Tengo por costumbre escribir algo después de cada actividad que realiza la asociación y no iba a hacer una excepción con estas jornadas que son las quintas y que aplicando el dicho taurino de "no hay quinto malo". Han resultado ser excepcionalmente buenas, pues las dos ponencias han tenido una altura como par poder decir, sin temor a que me tachen de vanidoso, "ahí queda eso". Aditadas con una asistencia más que aceptable.
¿Ausencias?, las que han querido como siempre. Yo invito a todos, de forma general y con habituales "saludas" y siento una franca alegría por todos y cada uno de los que asisten.
He cambiado la semana habitual en que hice las cuatro anteriores, por que no se dijera que casi coincidían con las de otra asociación que las realizan ahora.
De sobra se que las haga cuando las haga, coincidirán con otras actividades que programadas o no, se realizan para competir con lo que realicemos. Fue bochornoso lo que pasó el día local del 27 de julio pasado. Claro que el bochorno lo pasará quien sea, desde luego yo no. Me rijo por los estatutos y pocas explicaciones tengo que dar. Claro, que aquí nadie da explicaciones por nada. Lo ideal, para algunos, seria que mis actividades las realizara el 30 de febrero; se estudiará.
Hace un tiempo ya que noto un run run de maquina apisonadora, cuyo objetivo no es sino cargarse la asociación y ahí andan unos con otros afanándose en el objetivo de llevar a cabo su destructiva labor. Creo que aquí hemos dado tieso con duro y solo el tiempo dirá la última palabra, lógicamente la soga se suele romper por la parte mas endeble y esta sería una victoria, pírrica desde luego, pero victoria por asedio.
Poco a poco -pero dándose prisa- se me han ido negando unas cosas, copiándome otras. Pretendiendo, con esto, dejar sin contenido a la asociación. Y todo esto por no haberme leído a su hora el manual del perfecto asociado, negándose, con ello a admitir, que yo no permita que se me pasee con collar y correa. Eso que no ha conseguido nunca nadie, no lo van a conseguir ahora que ya estoy en el último extremo de mi recorrido vital.
Abandoné sin aspavientos el "club de amigos" (claro y alto me dijo, quien allí maneja las cosas, que yo no era amigo) nada es producto de mi imaginación. El abandono fue la consecuencia de algo muy normal; si todos eran amigos menos yo, ¿qué historias pintaba allí?, viendo cosas que no me gustaban ver, porque las cosas no se pueden torcer y se ha de poner punto y final a lo que no tenia el menor futuro. Hace unos días viendo un programa de Natura pude comprobar que se suele repetir, incluso en el mundo animal, en un grupo de suricatos un miembro no era aceptado y eran curiosísimas las peripecias que este hacia por captar la atención del grupo, pero de ningún modo lo aceptaron, pues claro. Trátese de suricatos o de seres humanos, la historia es la misma. Pero yo no doy saltillos como el suricato; soy obstinadamente resilente y en éstas andamos; bueno, ya se verá al final.
Pero en estas fechas es mejor acogerse al natural suavizante de la Navidad y dejar las asperezas para ocasiones más propias.
Sepan que les deseo de todo corazón que la droga y sus historias no hagan acto de presencia en sus vidas ni familias y que la paz navideña les traiga felicidad y armonía y pasen estas fiestas lo más alegres posible; sin que vuestra paz y alegría os haga olvidar a aquellos que no tienen ni pan ni paz, en su vida ni en sus hogares.
Sean muy felices y en estas fechas, más que nunca no olviden:
SI VES A UN ADOLESCENTE QUE SE DROGA: AYÚDALO.
SI CONOCES A UN VENDEDOR DE DROGAS: DENÚNCIALO.