Con este título que nos recuerda una película de Almodóvar; quiero empezar este artículo referido al sistema educativo español, tan de actualidad independientemente del contexto político durante los últimos 40 años.
Cada partido político ha buscado dejar su impronta en dicho sistema. No cabe duda que la educación es un arma ideológica de valor incalculable. Las escuelas e institutos no dejan de ser centros en los que se forman los futuros ciudadanos y son moldeados en base a una serie de valores que la sociedad o el partido de turno quiere inculcar en la búsqueda de la sociedad ideal según su visión.
Cada cierto tiempo la prensa y los partidos políticos nos bombardean con eso que se denomina "Informe PISA" y que, básicamente, pone de manifiesto que nuestro sistema educativo es un desastre o eso es lo que intentan vendernos....
Lo que quiero expresar es que las lecturas que se hacen de los informes PISA son superficiales, tergiversadas y de marcado carácter tendencioso con el objetivo de justificar reformas educativas que no responden al problema porque ni siquiera aciertan en el diagnóstico.
La estadística sin una lectura correcta no tiene ninguna utilidad salvo la de confundir. Si ponemos encima de la mesa unos datos sociológicos de realidades sociales distintas y no los analizamos dentro de su contexto podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que esos datos carecen de valor y cualquier parecido de nuestras conclusiones con la realidad será pura coincidencia.
Puedo estar de acuerdo con que las reformas educativas no han servido para solucionar los problemas de nuestro sistema educativo. Todas han tenido sus luces y sus sombras. La Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE) de 1985 introducía el concepto de participación de los padres en la educación de sus hijos, estableció unos baremos de admisión de los centros concertados para intentar paliar la "selección" de alumnos por parte de dichos centros...
En 1990 se promulga la Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE) que estableció la escolaridad hasta los 16 años y la obligatoriedad del Estado de ofertar plazas desde los 3 años. Lo de la escolaridad obligatoria fue muy contraproducente en tanto no había itinerarios alternativos para los alumnos que no deseaban acabar sus estudios de graduado.
En 2002 el PP intentó su reforma educativa de la Ley de Calidad que no llegó a implementarse debido al cambio de coyuntura educativa. Fue derogada por la Ley Orgánica de Educación (LOE) que no consiguió el ansiado consenso por el asunto de la Religión y la asignatura Educación para la ciudadanía.
En 2013 el Congreso de los diputados mediante el rodillo del PP aprobó la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa. Es una barbaridad aprobar una ley educativa pasando por encima de todos los grupos políticos. Lo es, porque el paradigma político es cambiante y la LOMCE ha nacido desde el minuto 1 muerta al ser aprobada por apenas un partido, al margen de lo buena o mala que sea.
En mi opinión, es una reforma regresiva ya que tiende a despojar a los centros educativos de la autonomía que habían ido ganando (por ejemplo, con las pruebas externas). Esto no tiene hoy demasiado sentido ya que cada centro debe adaptarse a su propia realidad y no se debe uniformizar y homogeneizar la educación. Una cosa positiva le reconozco: siempre hay rumores o voces que acusan a algunos centros de "vender" diplomas a alumnos. Con las pruebas externas se puede poner coto a esto.
Todos los alumnos no son iguales, todos los barrios no son iguales, no es lo mismo un pueblo que una ciudad, incluso todas las aulas son diferentes entre sí. Está demostrado que tratar a los alumnos de la misma forma solo sirve para reproducir las desigualdades. La LOMCE promueve esto cuando habíamos entendido que una de las soluciones a los problemas educativos pasa por la atención a la diversidad.
Por otra parte, la LOMCE deja atrás claramente muchas materias de letras como la Filosofía o la ética para fortalecer lo que hoy se consideran materias más valiosas desde el punto de vista pragmático ya que tienen una traslación en nuestra economía más "inmediata" o aparente.
Creo, sin temor a equivocarme, que se trata de la reforma educativa más ideologizada de nuestra democracia.
Busca "construir" ciudadanos-operarios, el reproducir el contexto económico en la escuela. Pone mucho énfasis en cuestiones como los valores del emprendimiento pero luego deja atrás asignaturas que fomentan esa riqueza mental y el ejercicio de nuestra imaginación; algo indispensable para ese "emprendimiento".
Se busca formar individuos y no ciudadanos, en lugar de educar en la cooperación educamos en la competitividad lo que me parece contraproducente para los resultados escolares y para la marcha económica de nuestro país.
Se dejan atrás asignaturas como Educación para la ciudadanía que es tan necesaria en estos tiempos en los que a todos los partidos políticos se les llena la boca con la palabra regeneración.
Necesitamos formar ciudadanos antes que individuos e inculcar unos valores cívicos (que no políticos). Los chicos sufren un bombardeo constante en valores que me atrevo de calificar de nocivos por parte de los medios de comunicación.
Pongo algunos ejemplos: somos testigos de como personajes que no han movido un dedo en su vida consiguen solventar su vida a base de vender su vida personal, los programas más vistos son Mujeres y hombres y viceversa, Gran Hermano lleva 14 ediciones, llega antes al estrellato un cantante que entra unos meses en un reality show que una persona que dedica años y años a estudiar en un conservatorio, el libro más vendido de 2013 fue el de Belén Esteban... Lo que quiero expresar es que estos son los modelos que reciben nuestros chicos y chicas cada día y la educación debería darle la vuelta a la tortilla, la cultura del esfuerzo (en el buen sentido) queda completamente defenestrada.
Casi se me olvidaba... y el partido más votado de nuestro país está doblemente imputado y tiene infinidad de casos de corrupción repartidos por todo el país.
Es decir, que nuestro pueblo no castiga (suficientemente, al menos) la corrupción política.
Tenemos que diagnosticar claramente que estamos haciendo algo muy mal cuando se están reeligiendo a políticos y partidos infestados de corrupción; y aquí me da igual el color pero, ahora mismo, el PP está escalones por encima de todos (incluso del PSOE de los EREs, también reelegido).
Lo que buscaba esta LOMCE era seguir reproduciendo y acrecentando esta realidad con una ciudadanía que, al terminar sus estudios, fuera sumisa y no hubiera adquirido ningún tipo de espíritu crítico. Una sociedad individualizada y dominada por el culto al consumismo.
Por supuesto, el gráfico de arriba es un reflejo. No pretendo, como hace la imagen establecer una relación de causalidad directa entre el abandono escolar y Gran Hermano; entre otras cosas porque no creo en la monocausalidad de nada. Cualquier hecho social está impregnado de multitud de causas (unas más importantes que otras, eso sí).
Como he señalado, en el informe PISA, siempre se lee que el abandono escolar en nuestro país es muy alto y los resultados son bajos. Pero esas cifras son relativas y se leen en relación a otros países.
Tanto dentro de España como a nivel de la Unión Europea, podemos establecer una relación causa-efecto entre el grado de desigualdad de los países y los índices educativos (el abandono escolar es solo uno más).
En el propio Informe Pisa de 2012 ya se recoge uno de los epígrafes para tratar esta cuestión, pero (casualidad), esto pasa desapercibido para los políticos.
La conclusión debe ser que la solución está en invertir en educación, pero no solo de los alumnos sino de los propios ciudadanos. La educación no debe verse como un proceso con un fin sino como un proceso continuo.
Es necesario formar a una ciudadanía en valores democráticos y crítica, que ponga en tela de juicio las verdades universales con la que se nos bombardea a diario.
Los recortes también tienen su incidencia en educación. Y no ya solo los evidentes recortes educativos en becas, profesores, medios... sino los propios recortes sociales que ahogan a muchas familias y acentúan las desigualdades que luego se reproducen en los centros educativos.
Otra cuestión de la que nunca se habla es del hecho de que nuestros centros no preparan a los estudiantes para superar las pruebas del estudio PISA. Estamos hablando de compararnos contra otros países que adaptan sus contenidos curriculares, objetivos y competencias a las pruebas del Informe PISA. En el momento en el que se decida que los contenidos deben adaptarse a esta circunstancia, los resultados mejorarán sensiblemente.
Quiero expresar con esto que PISA no tiene ninguna verdad universal y que sus baremos hay que ponerlos en cuarentena y leerlos con mucha cautela.
Creo que es mucho más preocupante, por ejemplo, las altas tasas de abandono escolar.
Somos un país sin término medio. Muchos abandonan los estudios prematuramente y muchos deciden entrar en la universidad como si la Formación Profesional fuera una rama desprestigiada.
El sistema educativo no es el mejor, muy cierto, pero solo es una pata de la mesa y, probablemente, no la más importante.
Se hace imprescindible consensuar un sistema educativo y dejar de emplear la educación como arma ideológica. Las escuelas no deben ser cantera de votantes sino cantera de ciudadanos activos, críticos y participativos de la vida pública.
"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo." Benjamin Franklin (siglo XVIII)