Redacción
Jueves 15 de diciembre de 2016 - 18:32

El espeleólogo prieguense del Grupo de Exploraciones Subterráneas de Priego (GESP), Fernando Rodríguez Rojas, ha identificado recientemente en las Subbéticas una población de la especie Lycosa tarantula, nombre proviene de la ciudad italiana de Tarento.

 En América en general se denominan tarántulas a los Terafósidos ya que cuando los europeos que llegaron a América, vieron las enormes arañas de allí, le dieron el nombre de tarántulas, reservando para esta especie europea el bonito nombre de “araña lobo”. Esta especie es la araña de mayor tamaño del Viejo Continente, con longitud corporal que oscila de 27 a 30 mm en las hembras y 19 a 25 mm en los machos. Vive en un tubo del grosor de un dedo pulgar y una profundidad de 30 cm, desde donde caza agazapada en la entrada y también la utiliza para hibernar; es un tubo dispuesto casi en vertical y recubierto de un hilado blanco y fino, situado en zonas secas y rocosas de vegetación poco espesa; su entrada suele estar recubierta de tallos de hierba y otros elementos de alrededor tejidos formando un cuello de botella que sobresale del entorno, cuya utilidad es evitar los ataques de su más importante depredador, el escorpión amarillo (Buthus occitanus). La altura de esta empalizada también sirve posiblemente a los machos para evaluar la idoneidad de una hembra que, bien protegida de los depredadores, será más apropiada para llevar a buen término su puesta, y además, le indica las probabilidades de ser devorado por la hembra después del apareamiento ya que una hembra que está bien alimentada tiene menos posibilidades de estar hambrienta.
Son de costumbres nocturnas, activas durante la noche, pero también se pueden ver especialmente en primavera calentándose bajo el sol en la abertura de su madriguera. Los machos pueden llegar a vivir hasta dos años, muriendo poco después de alcanzar la madurez sexual, en cambio la hembra  puede alcanzar los cuatro años de vida o más.
Esta araña es temida por los humanos sin ningún motivo, pues tienen muy buena vista y siempre tienden a huir ante un animal grande; aunque son venenosas, su veneno está diseñado para atacar a insectos, y aunque su picadura es ciertamente dolorosa, sus efectos se corresponden a la picadura de una avispa. Por la noche, bajo la luz de una linterna se le pueden ver brillar los ojos de un verde fosforescente, aunque este brillo también puede observarse en otras Licosas de hábitos nocturnos, presentes en las Sierras Subbéticas, como Hogna ferox o Lycosa hispánica.
La especie se distribuye por el área mediterránea occidental, principalmente por el centro y sur de Italia, Córcega, Cerdeña, Sicilia, Croacia, Bosnia-Herzegobina, Turquía, Georgia y Azerbaiyán; para la Península Ibérica sólo existe una única cita en Calahonda (Granada), siendo éste nuevo descubrimiento la segunda cita de la especie para España y primera cita para la provincia de Córdoba.
El espeleólogo prieguense Fernando Rodríguez Rojas comenzó en el mundo de la espeleología en el año 1984, ingresando en el Grupo de Exploraciones Subterráneas de Priego (GESP), aunque también pertenece a otras asociaciones como el grupo de espeleología GEAP, el grupo senderista La Cabra Loca, la Sociedad Entomológica Aragonesa (SEA) o el Grupo Ibérico de Aracnología (GIA).    Durante su larga trayectoria espeleológica se ha especializado en espeleosocorro, técnica y material, fotografía subterránea o topografía espeleológica, habiendo impartido entre espeleólogos talleres sobre el más novedoso software de espeleotopografía: Topowin, en soporte Android. Ya desde el año 2008 comienza sus investigaciones y estudios en el mundo de la aracnología, llegando en la actualidad a especializarse en esta rama de la entomología subterránea con varias publicaciones, siendo la más destacada  “Distribución de Palliduphantes Pallidus (Araneae: Linyphiidae) en Europa y primera cita en Andalucía (España)” en el año 2015 para la Revista Ibérica de Aracnología, que trata sobre un estudio topográfico de la sima de los Cornetales, Campillo de Arenas (Jaén) y un estudio entomológico de un Linífido que alberga en su interior y que es la única especie conocida en Andalucía. En la actualidad está realizando un estudio más completo sobre especies de Araneae en las Sierras Subbéticas cordobesas, con más de 35 especies de arañas y datos faunísticos de la sima de la Verea, cueva del Rodaero, sima de Jaula, sima de la Fuente del Francés, cueva de las Golondrinas,  (Carcabuey); cueva del Yeso (Baena); cueva de los Tocinos, cueva de los Mármoles, cueva de la Murcielaguina, sima de Peñón Largo (Priego de Córdoba); sima de la Higuera, mina de Jarcas (Cabra); sima del Ángel (Lucena) o cueva Negra (Rute).
Para finalizar el autor quisiera agradecer la colaboración que le brinda su compañero de la Cabra Loca Antonio Rodríguez por la localización de las madrigueras y la cesión de fotos para este artículo y a Rafael Jiménez Montáñez, veterinario en Priego de Córdoba.

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