En los papeles principales destacaron Tina Gorina, Francisco J. Sánchez y Antonio Torres
Rafael Cobo Calmaestra
Lunes 3 de julio de 2017 - 20:11

Si como reza el dicho "la vida está llena de retos y desafíos que debemos superar para seguir avanzando", la Coral Alonso Cano ha dado un nuevo y firme paso para seguir acrecentando su prestigio y, por ende, seguir avanzando en su ya densa y dilatada historia.

Y es que si la representación de El Bateo en octubre de 2004, dentro de los actos conmemorativos del 25 aniversario de su fundación, ya supuso un hito, la puesta en escena en el Teatro Victoria el pasado viernes y ayer domingo de La Traviata no le ha ido a la zaga, máxime al tratarse de una de las obras cumbres del bel canto y ser algunas de sus arias piezas imprescindibles de la historia de la música.
Para la ocasión y gracias al apoyo de un importante número de patrocinadores y firmas comerciales que han colaborado en el montaje, junto a los integrantes de la coral se ha contado con un abanico de solistas de reconocido prestigio, lo que unido a la dirección musical y escénica, han dado al conjunto de la representación una gran calidad. En este sentido, cabe destacar el papel de Alberto Cubero en la dirección musical, así como el trabajo de Ricardo Campelo en la dirección escénica, haciendo que, gracias a un minimalista decorado, uno de los aspectos más comentados por el público asistente junto a la traducción simultánea y la falta de coordinación del primer día, la atención del público se centrara en el coro y los solitas.
En este sentido, de sobresaliente podría catalogarse la actuación de Tina Gorina en el papel de Violetta, con momentos destacadísimos en la celebérrima Sempre libera o en Addio del passato, así como en el dúo Un dì felice, etérea junto a Francisco J. Sánchez, que en el rol de Alfredo fue otro de los personajes sobre los que giró la representación, sin pasar por alto al barítono malagueño Antonio Torres, que en su papel de Giorgio Germont dio sobradas muestras de su capacidad vocal, destacando particularmente en la clásica Di provenza del mar. Completaban el reparto Yun Park como Flora, Lucía Millán como Annina, Matías Álvarez, como Gastone; Alejandro von Büren, como el barón Douphol; y David Alegre, en el papel del marqués de Obigny. Igualmente destacable fue la actuación de dos de los integrantes de la coral Alonso Cano, en concreto Paco Sánchez y Argimiro Gutiérrez, que encarnaron respectivamente a un criado de Flora y al doctor Grenvil.
Mención aparte merece el trabajo de Rafael Jurado al frente de la dirección de la coral Alonso Cano, completando la ficha artística de estas dos representaciones los jóvenes integrantes de la Egara Orchesta, Fernando Rodrigo como asistente del director musical, y Shlomo Rodríguez como maestro repetidor.
En resumen, un reto superado con creces que ha vuelto a poner de relieve la vitalidad que la música tiene en nuestra localidad siendo en este caso sus protagonistas los integrantes de una de las formaciones musicales más longevas y de mayor prestigio de Priego.

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