La Banda y las corales de Priego y Doña Mencía durante su actuación. (Foto: Cedida) (Foto: Cedida)

La Banda Sinfónica de la Escuela Municipal de Música y Danza de Priego, bajo la dirección de José Pablo Arjona Moral, volvía a sorprender gratamente al público que se daba cita el pasado sábado en el Teatro Victoria con motivo del concierto de Cuaresma que un año más ofrecía esta formación musical.

Si el repertorio de la primera parte, con marchas clásicas como Estrella Sublime o Procesión de Semana Santa en Sevilla, y otras de una elegancia exquisita como Grave, Mater Mea, y Virgen de las Angustias, ya era suficientemente atractivo para no perderse la cita, la segunda parte fue la guinda de una noche que, con toda seguridad, pasará a la historia de la música prieguense.
No en vano, ver sobre el escenario a 125 personas, entre los integrantes de la Banda, de la coral Alonso Cano de Priego, y de la agrupación polifónica San Pedro Mártir de Doña Mencía, no es nada habitual y mucho menos para interpretar una obra contemporánea como Las Siete Trompetas del Apocalipsis, del joven compositor alicantino Óscar Navarro. Una suite para banda sinfónica y coro inspirada en una de las partes más intrigantes de la Biblia, en la que siete ángeles con sus siete trompetas son los protagonistas y encargados de revelar el final de nuestros días. Treinta intensos minutos cuyos cuatro movimientos eran introducidos por un texto del Apocalipsis de San Juan narrado por Rafael Pimentel Luque.
De ahí que los integrantes de la secciones metales volviesen a estar a un nivel altísimo, así como toda la percusión, particularmente en el primer y último movimiento, de ritmo frenético, destacando igualmente la gran actuación de ambas corales, cuya dirección ha corrido a cargo de Rafael Jurado Ortiz.
Manteniendo el esquema de ediciones precedentes, con el estreno en nuestra localidad de obras contemporáneas relacionadas con la temática religiosa, como ya ocurriera en 2014 con el poema sinfónico El Arca de Noé, también de Óscar Navarro, o el pasado año con la Sinfonía nº 1 de Robert W. Smith, titulada La Divina Comedia, la Banda Sinfónica de la EMMD de Priego ha vuelto a poner de manifiesto el altísimo nivel interpretativo de todos sus integrantes, así como el acierto de su director en la elección de un repertorio no muy habitual, habida cuenta de las dificultades que entrañan montajes de estas características.
La prolongada ovación con la que el público que se daba cita en Teatro Victoria despidió a los músicos y cantantes que tomaron parte en la segunda parte del concierto, habla por sí sola del gran concierto al que asistieron.