Expedición espeleológica prieguense a Huesca. (Fotos: Cedidas) (Foto: Cedida)

Expedición espeleológica prieguense a Huesca. (Foto: Cedida) (Foto: Cedida)

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La expedición compuesta por espeleólogos del Grupo de Exploraciones Subterráneas  de Priego (GESPriego) partió hacia Alquézar (Huesca) el día 13 de agosto, regresando a Priego el día 21. Desde esta población ha salido hacia los diferentes destinos dentro del Parque Natural de la sierra y cañones de Guara.

El primer descenso realizado por los espeleólogos, ha sido el cañón del río Vero, en Alquézar, todo un clásico de especial belleza y largo recorrido, de obligada práctica en Guara. Al día siguiente partieron hacía el cañón del Portiacha, afluente del Río Vero, que destaca por sus impresionantes bóvedas y por ser el cañón de mayores verticales en libre en la zona, con dos rápeles de más de 30 metros cada uno.
La próxima jornada deciden hacer dos descensos seguidos, actividad que les ocupará prácticamente todo el día; se trata de los Oscuros de Balcés, descenso con verticales y desarrollos entre caos de bloques, de espectacular belleza y quizá el más técnico de entre los que realizaron.  
Una vez terminado éste siguen en el mismo río hacia los Estrechos de Balcés, cañón que les ocupará cuatro horas más de recorrido por un descenso muy acuático y un encajonamiento del río Balcés en conglomerado, con 90 centímetros de media en anchura y alturas que en ocasiones dificultaban la entrada de luz solar.
Otro descenso muy divertido ha sido el cañón de la Peonera, en el río Alcanadre, cercano a la localidad de Bierge; se trata de un barranco muy acuático y sin rápeles, muy espectacular, con saltos sifones y rápidos.
También estuvieron en el cañón del río Formiga, en Panzano, en un descenso de unas tres horas, donde se combinan sifones, saltos, toboganes o rápeles indistintamente en un cañón con bastante caudal, y un poco más técnico que los demás.