Un grupo de profesores del IES Álvarez Cubero desean expresar su firme rechazo a la visita pastoral-evangelizadora que el Obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández, realizará a nuestro Centro, el viernes 19 de Octubre de 2012.
Nos parece que un Centro Público de Enseñanza, dado el carácter aconfesional de nuestro Estado español, no debería convertirse nunca en un púlpito en el que una figura tan significada y polémica como el citado Obispo, venga a realizar su labor pastoral. ¿Qué pensaríamos si un líder de cualquier otra confesión religiosa (llámese rabino judío o un imán musulmán) reclamaran nuestro Centro para extender entre los alumnos su propia ideología religiosa? Diríamos que, para hacer esto, deberían utilizar sus propios lugares de culto, o locales particulares o incluso la calle, donde cualquiera puede manifestar de forma civilizada sus preferencias personales. Creemos que la educación religiosa en los Centros Escolares puede servir para profundizar en el conocimiento de la historia, la diversidad y la tolerancia entre las distintas culturas y religiones, pero no para hacer catequesis de una confesión en particular. Para este fin, existen lugares más apropiados.
Pero en el caso del citado Monseñor Demetrio Fernández, se nos suma el dolor y la preocupación por las radicales y polémicas afirmaciones que ha venido vertiendo en los últimos años y que demuestran una absoluta falta de sentido democrático y de respeto hacia todo aquél que no comparta su mensaje pastoral:
-hacia los colectivos homosexuales (a los que trata de pervertidos, enfermos y desviados, que no merecen tener los mismos derechos que los demás españoles);
-contra las mujeres que deciden libre (y legalmente) abortar;
-contra los matrimonios que se divorcian, de quien afirma que sus hijos no crecen sanos porque están repartidos y “no saben ni de quién son”;
-contra los propios movimientos sociales católicos de base, a los que considera “expuestos a todos los virus de error que pululan en el ambiente, que carecen de defensas propias en su organismo para recuperar la salud”, y que directamente están abandonando progresivamente el cristianismo;
-contra “algunas escuelas de Secundaria, dentro de cuyos programas escolares se incita directamente a los alumnos a la fornicación”; incluso contra la mismísima UNESCO que, según él, tiene un plan para “hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual”.
Su última aportación pastoral la hizo hace dos semanas, en una misa en memoria de los dos niños asesinados en Córdoba: afirmó que la mujeres que deciden interrumpir su embarazo son exactamente iguales que ese cruel padre acusado de secuestrar, matar y quemar a Ruth y José, sus hijos de seis y dos años (y lo dijo delante de la madre… aprovechando la ocasión).
Por todo ello, nos parece necesario rechazar esta visita y pedir que no vuelva a producirse, especialmente cuando en nuestro Proyecto Educativo, aparece como uno de los objetivos propios de nuestro Centro (concretamente el segundo): Educar en el respeto a los demás y a uno mismo: no discriminar a nadie por razones de sexo, cultura, religión, sus ideas u opiniones, fomentar la tolerancia, la solidaridad, la cooperación y resolver siempre los conflictos de forma dialogada.