El programa del concierto estaba formado íntegramente por fragmentos de conocidas zarzuelas
Rafael Cobo Calmaestra
Jueves 15 de agosto de 2013 - 09:55

Como ya ocurriera en su inicio, el tramo final de la presente edición del Festival Internacional de Música, Teatro y Danza de Priego se caracteriza por la participación de formaciones locales y, de manera especial, por la recuperación de recintos escénicos estrechamente ligados a este evento escénico estival.

Este es el caso de la Fuente del Rey, que fue el marco en elegido por la organización para la celebración ayer miércoles de un concierto de la Banda Sinfónica de la Escuela Municipal de Música y Danza de Priego, dirigida por José Pablo Arjona. La zona que antaño ocupaba el Teatro María Cristina fue el improvisado escenario para esta cita incluida en el denominado Festival en la Calle y que, visto lo visto y dadas sus actuales características, se presenta como totalmente inadecuada para un concierto de esta índole, contribuyendo a la mala acústica un público que parecía estar en una terraza tomando un refresco, comiendo pipas, hablando por el móvil e incluso silbando los perros que anoche poblaban el monumental recinto y la megafonía de un evento musical que en dos ocasiones recordó a los presentes que el sábado hay una cita con las sevillanas, bastante hicieron los casi setenta componentes de la Banda con interpretar un programa muy del gusto del público que acudió al concierto, que tuvo que sentarse donde buena mente pudo, ya que ese, la falta de sillas, fue otro de los lunares del evento.

Al margen de estos inconvenientes que, queda dicho, desvirtuaron en parte el concierto, y centrándonos en lo que fue la actuación, tras sus últimas comparecencias con repertorios centrados en el pop, el jazz o las bandas sonoras, la Banda eligió uno de los géneros más afines a este tipo de formaciones como es la zarzuela, realizando un recorrido por conocidísimos temas de obras míticas del mal llamado “género chico” como el pasodoble de El Gato Montes, los intermedios de La leyenda del Beso, La venta de los gatos y La boda de Luis Alonso, el preludio del 2º acto de Maruxa, La Revoltosa y La Verbena de la Paloma, así como el pasacalles de Agua, azucarillos y aguardiente, y la marcha de Katiuska, destacando en este sentido el solo de clarinete del Molinero de Subiza, a cargo de Miguel Ángel Yébenes Cobos que, desgraciadamente, a penas pudo escucharse. Como bises, otros dos archiconocidos temas como el preludio de El tambor de granaderos y el conocidísimo pasacalles de Las Leandras, en el que buena parte del público incluso se animó a cantar el famoso tema de los nardos…
En definitiva, buena actuación de la Banda en un recinto que, ahora mismo no reúne las condiciones adecuadas para este tipo de conciertos.
Reseñar finalmente que la clausura del Festival Internacional tendrá lugar hoy jueves, a partir de las 22:00 horas, con la representación a cargo del grupo de teatro La Diabla de la obra Cuatro corazones con freno y marcha atrás, de Enrique Jardiel Poncela.

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