CULTURA | Patrimonio
La torre del homenaje del Castillo ya tiene proyecto para acometer su intervención
Paso previo e imprescindible para acceder a la convocatoria de ayudas destinadas a la recuperación del patrimonio de las administraciones central y autonómica
Viernes 4 de abril de 2014 - 21:32
Casi once meses después de que comenzara su redacción, el Consistorio prieguense presentaba ayer el proyecto de consolidación de la torre del homenaje del Castillo, redactado por los arquitectos Jerónimo Sanz Cabrera y Rafael Sánchez.
Un documento que es el primer paso para que la intervención en este enclave, catalogado como Bien de Interés Cultural y declarado Monumento Nacional desde 1943, pueda acometerse con ayuda de otras administraciones, de manera especial con el denominado 1% del Ministerio de Cultura.
Como recordaba en rueda de prensa la Alcaldesa prieguense, María Luisa Ceballos, desde que en octubre de 2012 se cerrara al público la tercera planta de la torre debido al peligro que ésta presentaba, se iniciaron conversaciones tanto con la Junta como con el Ministerio, con la intención de acometer la actuación en el monumento, para lo cual era necesario contar con un proyecto de intervención, como paso previo para aspirar a las ayudas que ambas administraciones destinan a este cometido.
Un proceso "largo y tedioso, que se iniciaba en mayo del pasado año", como así lo definía Cristina Casanueva, presidenta del Área de Urbanismo, que hacía referencia a las numerosas reuniones mantenidas con la delegación Cultura, "para llegar a un acuerdo sobre cómo será la intervención", así como a la rebaja de casi medio millón de euros con respecto al presupuesto inicial, rondando la actuación los 450.000 euros.
La redacción del proyecto se ha encargado a los arquitectos ganadores del concurso convocado en su día para la intervención que se acometió en uno de los lienzos de muralla de la fortificación, Jerónimo Sanz y Rafael Sánchez
El terremoto de Lisboa, la incorporación de un cuerpo de unas escaleras de caracol en su interior, “muy dañiñas” que afectaron al encuentro de las bóvedas de cañón con los paramentos, pero de manera especial, la techumbre a cuatro aguas de teja que se colocó en el siglo XIX en la cubierta que afectó de manera notable a la clave de la bóveda superior, el punto más débil de la misma, de manera que la bóveda comienza a abrirse apareciendo las fisuras en la fachada, son los principales causantes de las patologías que presenta la Torre en estos momentos, como así apuntaba Rafael Sánchez.
Sobre la técnica de actuación más conveniente, Sánchez señalaba que se ha apostado por la consolidación estática haciendo sólido el núcleo de la Torre, comenzando la intervención por la eliminación de los cuerpos exógenos que han causado las patologías antes indicadas, de manera particular la cubierta de teja actual, así como una escalera y los elementos de relleno existentes en la tercera planta.
Tras esta primera fase, se procedería a la inyección de mortero en la franja donde las cúpulas empujan lateralmente, denominadas “riñones”, dándole inercia al muro, cuyas sillares se coserían con unas pequeñas piezas de acero galvanizado, cosiéndose con elementos metálicos las dos caras restantes de la Torre, que de esta manera quedaría abrazada con este sistema de consolidación.
En una siguiente fase se impermeabilizaría la cubierta recuperándose la tipología de cubierta plana, planteando, mientras se conocen las características del tejado original, una cubierta plana y transitable, decidiendo la imagen final la delegación de Cultura, como recordaba Rafael Sánchez.
La intervención se completará con la construcción en la tercera planta de una nueva escalera de acceso al tejado, restaurándose parcialmente los sillarejos deteriorados mediante su recolocación, restitución y el resanado de las junta de unión.