Mandos de la Guardia Civil y autoridades políticas en el acto celebrado ayer en Carnicerías Reales. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

Los agentes de la Guardia Civil que prestan su servicio en Priego y Almedinilla, celebraban ayer domingo la festividad de su patrona, la Virgen del Pilar.

Una jornada que como viene siendo habitual en los últimos años se abría con el acto institucional que tenía como escenario las Carnicerías Reales, en el que junto al alcalde de Almedinilla, Antonio Cano, la alcaldesa de Priego, María Luisa Ceballos, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Priego, mandos la Policía Local, y miembros de las Corporaciones de ambas localidades, se dieron cita representantes de distintos estamentos de la sociedad prieguense y, de manera particular, familiares y amigos de los homenajeados.
En esta ocasión los reconocimientos recayeron en los guardias Jorge Juan Núñez Sánchez y Jerónimo Benítez Martínez, que recibieron la Cruz de la Constancia y el Servicio, en su modalidad de plata, por sus 25 años de servicio, mientras que Araceli Moyano Madrid, viuda de Guardia Civil y madre también de un miembro del Cuerpo, recibió reconocimiento entregado por su propio hijo. Igualmente, el alcalde de Almedinilla, Antonio Cano, como máximo representante de la vecina localidad, recibió también un reconocimiento, destacando en su intervención la estrecha relación existente entre la institución de la Guardia Civil y Almedinilla, al coincidir la creación de la primera en 1844 con la autonomía que ese mismo año alcanzó la localidad, constituyéndose en localidad independiente del ayuntamiento de Priego.
Igualmente Cano, como posteriormente hizo la Alcaldesa prieguense, María Luisa Ceballos, agradeció el trabajo que los agentes destinados en la comarca realizan, incidiendo Ceballos en la importancia que tanto la Guardia Civil como la propia Policóa Local desempeñan en mantener la seguridad y de manera particular la vigilancia en la explotaciones agrícolas.
Posteriormente, la parroquia de la Asunción acogía la tradicional Eucaristía en honor a la Virgen del Pilar, cuya efigie presidía el acto, en la que se dieron cita miembros de las corporaciones locales de Almedinilla y Priego, interviniendo en el apartado musical la Coral Alonso Cano. En la parte final de la celebración, se realizó un homenaje a los caídos y una ofrenda de alimentos.