José Francisco del Caño, coordinador de la asamblea local de IULV-CA. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

La asamblea local de IULV-CA ha denunciado la “actitud manipuladora” del Equipo de Gobierno en general y del concejal de Turismo en particular, al anunciar el incremento de visitas turísticas registradas en nuestra localidad durante el año 2014 y no hacerse eco del importante descenso, superior al 60%, que han experimentado las visitas a los museos, Castillo y Carnicerías Reales.

Así lo ha indicado el coordinador de la asamblea local de IULV-CA, José Francisco del Caño, reconociendo que pese a esa subida, se ha ocultado el drástico descenso que han experimentado las visitas a los museos locales, matizando que la mayoría de las visitas registradas “son las que han realizado los escolares de Priego”.
Una caída, que para José Francisco del Caño, está asociada al cobro de las entradas, “para sostener la privatización encubierta que se ha realizado del servicio de atención a los visitantes”, privatización que como añadía del Caño, “no se está cubriendo con los ingresos, ya que éstos han tenido una tremenda caída”.
De ahí que el coordinador de la asamblea local de IU, solicitara al Equipo de Gobierno que diga “toda la verdad”, y junto al incremento del 8,26% registrado en las visitas contabilizadas en la Oficina de Turismo, “también diga que ha habido un descenso grande, más de la mitad, en los turistas que visitan los museos de Priego, el Castillo y las Carnicerías Reales”.
Con estos argumentos, del Caño anunciaba que IU solicita la finalización de este proceso de privatización encubierta, que no ha pasado por el Pleno, revisándose la si mantener el bono de 5 euros o la entrada de 2 euros, “es una buena opción para fomentar el turismo en Priego”.
También relacionado con el turismo, del Caño hacía referencia al rechazo de IULV-CA al uso que se pretende dar al edificio de La Quinta, en el Huerto de las Infantas, como museo textil. En este sentido, el coordinador de la asamblea local indicaba que musealizar unos telares, fuera de su contexto, “es una aberración cultural”, planteando como alternativa dejar los telares en su lugar y seguir negociando con los dueños que los han donado, “para que puedan musealizarse y exponerse en su contexto, algo que sí dará sentido a ese museo del textil”.