Uno de los estanques de la EDAR de Priego. (Foto. R. Cobo) (Foto: Cedida)

Ecologistas en Acción ha criticado el proyecto que pretenden llevar a cabo los ayuntamientos de Carcabuey y Priego, así como la Denominación de Origen Protegida Priego de Córdoba, mediante el cual plantean utilizar el agua de las depuradoras de ambos municipios para el riego del olivar de secano de la comarca.

Según indica el colectivo conservacionista en su página web, en la actualidad, casi la totalidad del caudal de los ríos afectados por esta medida, el Moriscos y el Salado, “proviene de las aguas de estas EDARs, por lo que destinar estos recursos hídricos a regadío supondrá una merma de los aportes que dejará a estos cauces sin agua”.
En este sentido, EA recuerda que ambas depuradoras, “fueron construidas con dinero público para depurar las aguas residuales que se vierten al río, es decir, para mejorar la calidad de las aguas de estos cauces públicos y no para cambiar el sistema de cultivo de unas explotaciones agrícolas privadas y de secano”.
Depuración cuyo coste, como así puntualiza EA, “lo sufragamos todos los ciudadanos mediante la factura del agua”, calificando como “inmoral” que estas aguas depuradas, “se utilicen para el beneficio económico de una minoría en lugar de para el mantenimiento de un ecosistema fluvial que pertenece a toda la sociedad”.
Por otra parte, el colectivo conservacionista califica como “decepcionante” el comportamiento del ayuntamiento de Priego en relación con el agua, indicando que esta institución privatizó en 2010 el servicio, “a cambio de un préstamo y en unas condiciones realmente lesivas para los intereses municipales”. Igualmente, EA hace constar que el Consistorio prieguense, “ha dejado prescribir denuncias por vertidos contaminantes al río”, añadiendo que en unos momentos en la que el manantial de la Fuente del Rey presenta un aspecto realmente preocupante, “no ha tomado ninguna iniciativa para proteger este acuífero, vital para el suministro urbano”.
De ahí que desde Ecologistas en Acción se inste al Consistorio prieguense y a la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, “a emplear su tiempo y recursos en la vigilancia de las extracciones ilegales de agua y la protección de los acuíferos y cauces fluviales en lugar de promocionar cambios de cultivo que son insostenibles tanto con la disponibilidad de los recursos hídricos como con la conservación de los cursos fluviales y sus ecosistemas”.