La Cruz de la Juventud ha sido recibida hoy en nuestra localidad, dentro de la primera jornada que llevará a este icono, que fue entregado por Juan Pablo II a la juventud en 1985, a presidir en nuestra diócesis las actividades previas a la preparación de la Jornada Mundial de Juventud, que se celebra el próximo mes de agosto en Madrid, en la cual el Papa Bendicto XVI convoca en reunión a todos los jóvenes del mundo, siguiendo las huellas de Juan Pablo II, precursor de este tipo de congregaciones.
En concreto, la Cruz ha sido recibida a primeras horas de la mañana por el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y la Iglesia de Priego, representada en las distintas Parroquias, movimientos y asociaciones, siendo portada por los jóvenes de los distintos grupos, hermandades, colegios e institutos en un recorrido que tras su llegada de la vecina Almedinilla, se iniciaba en la Cruz de la Aurora, desde donde la comitiva se dirigirá a la parroquia de la Asunción donde tenía lugar una breve liturgia, continuando en dirección a la plaza de la Constitución, donde fue acogida por los ancianos y enfermos, para seguir su recorrido por Carrera de las Monjas, Lozano Sidro y San Marcos, finalizando sobre las trece horas horas en la parroquia de la Stma Trinidad, desde donde ha continuado su recorrido hasta Puente Genil, Lucena , Cabra y Baena, en una jornada que se desarrollará a lo largo del día por la provincia cordobesa.
Durante su paso por Priego, han sido numerosos los jóvenes que han portado la Cruz, y muchas las personas que se han agolpado en las aceras para presenciar el paso de una comitiva que se abría con jóvenes portando banderas con el logotipo de la Jornada Mundial de Juventud, a los que seguía el icono de María, y tras la Cruz de la Juventud continuaba una representación de las hermandades y cofradías prieguenses.
La denominada "Cruz del Año Santo”, "Cruz de la JMJ", "Cruz peregrina"; o "Cruz de los jóvenes", recibe estas definiciones porque ha sido entregada a los jóvenes para que la llevasen por todo el mundo, a todos los lugares y en todo tiempo.
La historia de este icono se inicia en 1984, Año Santo de la Redención, cuando el Papa Juan Pablo II decidió que tenía que haber una cruz - como símbolo de la fe – cerca del altar mayor de la Basílica de San Pedro, donde todos pudiesen verla. Así fue instalada una gran cruz de madera, de una altura de 3,8 metros, tal como él la deseaba.
La Cruz lleva una placa con un mensaje del Papa Juan Pablo II, escrito en seis idiomas, italiano, inglés, francés, alemán y polaco, con la inscripción: “Queridos jóvenes, al clausurar el Año Santo os confío el signo de este año jubilar: ¡La Cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la Humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado, hay salvación y redención”
Al final del Año Santo, después de cerrar la Puerta Santa, el Papa entregó esa misma cruz a la juventud del mundo, representada por los jóvenes del Centro Internacional Juvenil San Lorenzo en Roma. Los jóvenes acogieron el deseo del Santo Padre. Se llevaron la cruz al Centro San Lorenzo, que se convertiría en su morada habitual durante los períodos en los que aquélla no estuviera peregrinando por el mundo.
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