Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades...

Claro que dirán que estoy de lo más tétrico. Tampoco creo yo que cuando Gabriel Celaya escribió este poema debiera estar con los ánimos muy altos.
Los problemas de salud me han tenido un tiempo alejado de estas páginas digitales. Lo que la mala salud no ha podido, y ello me reconforta, ha sido alejarme de estos deberes que yo mismo me he autoimpuesto. Nadie me los manda hacer y nadie me los impone; posiblemente por eso los hago de tan buena gana. También es posible que este férreo convencimiento vaya calando poco a poco en un sector que me preocupa especialmente: los jóvenes. Y nadie se puede imaginar lo agusto que me siento entre ellos, con los que nada me cuesta conectar.
Mi cabeza bulle de ideas y de actividades por realizar, poco a poco y si el tiempo lo permite iré llevando a cabo las que me sean posibles. Todo ello pese a la cuasi total orfandad oficial en la que me encuentro y que tampoco crean que me inquieta demasiado; lo que ha de ser será y yo así lo espero, siempre que vaya calando, aunque sea muy despacio, entre aquellos que realmente me importan, las antipatías o rechazos de algunos francamente me dan igual, yo continúo por mi senda sin dañar a nadie, pero con paso firme. Llegar llegaré hasta donde mis pasos me guíen y las circunstancias me lo permitan. Me cuesta silenciar algunas de mis ideas y proyectos, pero la prudencia y la experiencia me aconsejan el silencio: "Ya está bien", me dicen quedamente al oído, así es que por esta vez le voy a hacer caso al sentido común y ya veremos que pasa. Un escritor, hoy innombrable, escribió La voluntad recia y dura/cuando se empeña, convierte/las montañas en llanuras.
Esta mañana leo lo que viene a continuación, ya que a mi correo llegan todas las alertas que se producen sobre drogas.
Durante los últimos años, los fabricantes y los traficantes de drogas ilícitas han tenido la fórmula de éxito para expandir su negocio: continuar creando nuevas sustancias en el laboratorio y venderlas como drogas “recreativas”.
Ha sido un éxito para los fabricantes y los distribuidores, pero demasiado a menudo catastrófico para los compradores. Por eso, cuando el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) emitió una alerta sobre una nueva droga, volvieron a sonar las alarmas, una vez más, y yo lo hago saber para que cada cual tome el camino que crea más apropiado.
Nuestro propósito es prevenir el abuso de drogas siempre que sea posible y ayudar a los consumidores de sustancias ilícitas, dentro de nuestros recursos, o derivándolos al sitio adecuado, a que se recuperen por completo y vuelvan a ser personas útiles a si mismos y a la sociedad. Por eso una de las formas en la que llevamos a cabo este propósito es proporcionando información completa sobre las drogas que se consumen y se venden, de modo que los padres de familia, consejeros, maestros y profesionales puedan encontrar información sobre estas.
La nueva droga se conoce como ’4-metil-euforia’, entre otros nombres. En el momento de la alerta reciente del OEDT, era considerada legal en todos los países de la Unión Europea. Esta droga es un estimulante fuerte y peligroso, un derivado de 4-metilaminorex, una droga ilegal con un efecto similar a la metanfetamina. Se vende tanto en polvo como en forma de pastilla. El 4-metil-euforia ha matado a 8 personas en Hungría y 18 en el Reino Unido. Para alguien que no es un químico, no hay manera de saber si la pastilla o el polvo en frasco contiene esta sustancia.
Verán que la cosa no es como para estarse callados viendo como engorda la lista de sustancias, mortales a veces, y que más pronto que tarde estarán a disposición de cualquiera en distintos lugares y entre los asistentes a botellones.
Si informar y advertir es malo, he de admitir que yo soy malísimo. Ustedes verán.