OPINIÓN | Por su nombre
Tempus fugit
Miércoles 10 de junio de 2015 - 20:26
Durante los años de existencia de la asociación, siempre que se realizaba alguna actividad, he tenido por costumbre comentar el acto realizado.Vertiendo mi opinión, pretendidamente imparcial, sobre lo acontecido.
En esta ocasión lo estoy haciendo a priori y no se si tras el evento de la marcha diré algo que crea oportuno, posiblemente si lo haga.
He querido hacerlo antes por que este año habrá novedades en el sentido de que por mi parte será la última marcha que se realice bajo el nombre de la asociación Clara María. Nada mas terminar ésta, iniciaré los trámites pertinentes para su disolución.
Se que han sido varias las ocasiones en las que he dicho que dejaba la asociación, pero no duden de que en esta ocasión la cosa es definitiva. Verán que llevo tiempo sin publicar nada y he tenido más que suficiente para meditarlo y decidirlo sin posibilidad de vuelta atrás.
Lo que son las cosas. Lo que no pudieron ni las zancadillas, el trato discriminatorio, algún que otro comentario envenenado. Y más cosas que ni merecen la pena que las mencione. Nada de eso, decía, pudieron, ni hubiesen podido nunca, hacerme desistir en mi empeño. Lo retos siempre fueron, y aún lo siguen siendo, un estímulo para mi.
Ha sido la indiferencia y la casi nula respuesta social el motivo principal de mi decisión. Yo no soy nadie para tratar de imponerle a una sociedad algo que esta no desea, por muy necesario que yo crea que es. Y tengo el convencimiento pleno de que es más necesario que nunca que la sociedad se enfrente a la droga.
Con todo el dolor que ésto me produce, y que es mucho, he de reconocer que la droga se ha ido socializando de tal modo que hoy se la considera algo que "es normal que esté ahí".
¡Pero no debiera ser tal!. Si la droga ha llegado a formar parte de la cotidianeidad social, es por que lo hemos permitido. Cada cual desde su parcela de poder o responsabilidad no ha estado a la altura requerida para que ésto no pasara. En este sentido no hago NI UNA SOLA EXCEPCIÓN: cada palo aguante su vela y yo el primero.
He vivido en primera persona los estragos de la droga y he sufrido, y sufro, lo indecible. Fue por ésto por lo que pensé que era hora de plantar cara de una manera ordenada y luchar contra este "destroza familias y destroza juventudes".
Fui el primero en colocarse el arnés y ponerme a tirar del carro de la lucha local contra la droga. Tímidos intentos de ayuda al principio, pero todo quedaba en buenas intenciones y alguna que otra alabanza, que yo nunca busqué ni para nada necesito. Para mí nunca pedí ni ayuda ni empatía. Asumí lo que me tocó en esta ruleta de la vida, e hice las cosas lo mejor que pude y supe. Y lo que nunca pedí para mi, lo he estado pidiendo para los demás sin agachar la cabeza lo mas mínimo. Pero no se luchar contra los elementos y desisto de tratar de convencer a nadie.
Llevo días dándole vueltas a la redacción del manifiesto que leeré al finalizar la marcha. No lo estoy pasando nada bien, porque malo si callo y peor si me explayo. Espero encontrar el término medio.
No quiero terminar sin decir que, pese a disolver la asociación, mi postura contra la droga no varía en absoluto. Seguiré informando y ayudando a quien me lo pida, igual que siempre.
Pueden acudir a mi siempre que quieran y pedirme consejo, ayuda o que les de información, privada o en público. En este aspecto no cambia nada, ya que mi compromiso de lucha contra la droga y sus estragos durará lo que yo dure. En este sentido no hay armisticio que valga. Y aquí me tendréis siempre dispuesto a ayudar e informar y seguiré escribiendo, y siempre que me lo permitan, publicando lo escrito. Como ven pocas cosas cambian. Pero yo recupero mi total libertad y diré las cosas con la misma claridad de siempre y, más aún si cabe.
Terminar rogándoles que, al menos en la última, acudan a la marcha y seamos muchos los que con nuestra presencia digamos no a la droga, no a los maleantes y no a los que la permiten.
Les espero como todos los años en la Fuente del Rey a las 11´30 de la mañana el próximo día 26.
Nunca olviden que la droga es lo peor que puede entrar en una casa y lo más malo que se puede cruzar en la vida de un adolescente. Por favor, no bajen la guardia.