He elegido este título -una frase que hace tiempo estuvo muy de moda- por que realmente no pretendo escribir contra nadie. Pero para no decir lo que se piensa, es mejor estarse callados y eso es ya más difícil.

Tampoco me gusta hacerme promesas a mi mismo y luego no cumplirlas. Me hice la promesa de no escribir nada hasta que pasaran las elecciones municipales. Pero me he dado cuenta que, en mi deseo de ser aséptico puse el plazo demasiado largo. Además que, dada mi nimia relevancia, no creo que el que yo diga algo, altere ningún rumbo político y eso me da tranquilidad.
Los periódicos y noticiarios echan chispas con el trajín de los que, indebidamente, meten las manos en el cajón de los duros y con las trapacerías que están saliendo. Esto es nada comparado con lo que todavía queda por saberse. Pero estas cosas que las averigüen otros que yo con mi monotema ya voy servido; que aquí tampoco bajan las aguas mansas.
Quienes sepan de mi, conocen sobradamente, que yo no estoy aquí por puro capricho, snobísmo o afán de notoriedad. No, fue la vida, el destino, las circunstancias, o lo que ustedes prefieran, lo que hizo que yo, poco a poco, y sin desearlo, me fuera metiendo en este terreno. Pero nunca he sabido caminar sobre algo de puntillas y al final termino por zambullirme. Y en esa zambullida llevo ya mas años de los que me gustaría.
Siempre en el tema de la droga y sus entornos, por que de otras cuestiones ya se encargan otros que saben bastante de los temas en cuestión, que son muchos y variados. De modo que cada cual a lo suyo.
Como las cosas que se escriben quedan ahí. Podrán comprobar que hace tiempo dije que llegaría el día que, en las ofertas electorales, se prometieran ciertas legalizaciones. Eso ya lo estamos escuchando y leyendo.  Pero me preocupa que se politicen las drogas para buscar votos. No en vano, las drogas suponen el segundo mercado de comercio mundial. Y su legalización no significa necesariamente «que se acabe con las mafias», pues podrían establecerse «mercados negros». El "Narco" tiene dinero y poder. Nunca dejará que lo destruyan, de eso pueden estar seguros. Está metido en la sociedad y en las instituciones mucho mas profundamente de lo que se piensa y siempre habrá, frente a una droga legal, otra ilegal más barata y destructiva. Y no creo que se pretenda ir legalizando todo lo que vaya saliendo al mercado.
Tradicionalmente ha sido común que ciertas formaciones políticas de un determinado signo, persigan algunas legalizaciones y ahora pretenden sumarse otras emergentes, con el pretexto de que son "Drogas Blandas".
Voy a reproducir aquí lo que dice el doctor José María Vázquez Roel,  psiquiatra director general de la Clínica Capistrano dedicada al tratamiento de las adicciones: "No existen drogas blandas, lo que si hay son drogas con menor  potencial adictivo". Y continúa, "Según la clasificación médica una droga blanda es aquella que no es adictiva o solo lo es en bajo grado. Y, droga dura es una sustancia adictiva que produce dependencia física y psíquica con daños para el individuo y la sociedad, como la heroína y la cocaína. El doctor Vázquez Roel  nos explica a continuación que no existen drogas duras y drogas blandas si no un concepto único de droga que produce adicción.
¿Qué es una droga dura y una droga blanda?
La definición proviene de una clasificación antigua médica, que bajo mi punto de vista debe ser absolutamente superada porque dicha tipificación conlleva graves consecuencias. Las drogas no se pueden dividir en drogas duras y drogas blandas -dice el psiquiatra- . A que llamaríamos drogas blandas ¿al cannabis?, ¿al alcohol? Y, a qué llamaríamos drogas duras ¿a la heroína?, ¿a la cocaína? desde luego es una verdadera equivocación esta clasificación. Es decir que si decimos que una droga es blanda no es tan problemática.
Pone el ejemplo de que si uno sale de paseo y le cae un chapetón de lluvia. Se moja totalmente. Pero si se sale cuando está lloviznando, y continúa con el paseo, terminará igualmente empapado. La diferencia es que en este caso se tarda un poco más.
No caigamos en la bajeza de cambiar votos por legalizaciones. Cuiden de nuestro bien mas preciado que es la juventud y vean la forma de ofrecerles trabajo y futuro profesional. Que formados y sanos se incorporen al mercado laboral y el país funcione dignamente. Ya que de lo contrario nos encontraremos con una juventud enferma que, en vez de arrimar el hombro y hacer un país prospero. Se agarraran, enfermos, al maltrecho carro del endeble Sistema Nacional De Salud, no como contribuyentes, sino como demandantes de asistencia y prestaciones.
¿No se dan cuenta de que eso hundiría al país mas prospero en muy poco tiempo?.
Documéntense y vean que el consumo de alcohol no desciende y no se imaginan los estragos que hacen las mezclas de otras drogas con el alcohol. El uso crónico de alcohol y marihuana en la juventud está ampliamente estudiado, así entre las conclusiones más llamativas destaca su asociación con una peor estructura neuronal, función y metabolismo, así como capacidades neurocognitivas empeoradas en la adolescencia tardía y la madurez.  Ahora, más allá de las consecuencias que puede provocar su abuso en el organismo, una nueva investigación analiza su relación para conocer los riesgos exteriores asociados a su abuso. El artículo, que se publicará en la edición de mayo de “Alcoholism: Clinical & Experimental Research”, revela que los que  toman alcohol y fuman marihuana simultáneamente tenían el doble de probabilidades de conducir ebrios, producir consecuencias sociales y ejercerse daños a uno mismo.
Creo que con lo expuesto hay argumentos mas que suficientes para desechar ideas que solo traerían mas males de los que padecemos.
Pónganse manos a la obra y traten de ofrecerles a los jóvenes trabajo y salida profesional que es lo que necesitan. En una palabra "FUTURO".