Zopilotes, los llama Gabriel García Marquez en algunas de sus obras. Y es que deben de haber varias mutaciones o variantes de esta fea ave, siempre ávida de carroña, que barrunta los desastres.
Claro, que yo también pudiera parecer "ave de mal agüero" por mi machaconería sobre el mismo tema. Tampoco sería ésto lo peor que pudiera pasar, ya que mis presentimientos -casi certezas, diría yo- son mucho peores que la visión de estos carroñeros.
Confieso que nada se de política y que mi ignorancia es absoluta en temas financieros. Pero hace ya demasiados años que aprendí a leer. Por eso cuando leí que el banco de Santander había hecho una ampliación de capital y que muchas de las acciones las compró el magnate G. Soros, uno de los principales accionistas de la multinacional y líder de los transgénicos, Monsanto. Reconozco que el asunto no me olió nada bien.
Como se que habrá quien se pregunte que pasa con Monsanto, es por lo que solo voy a poner algunas de las perlas que sobre esta multinacional circulan por ahí.
Tal vez se estén preguntando, qué es lo que ha hecho la compañía de semillas más grande del mundo, cuyo ingreso neto en el primer trimestre del año fiscal 2012 ascendió a mas de 126 millones de dólares, para que se ganara la repugnancia de todas estas personas.
La lista es larga, suficiente para una serie de terror, pero para resumir, el gigante biotecnológico Monsanto ha creado algunos de los productos más peligrosos del planeta, incluyendo el Agente Naranja, dioxinas, hormona recombinante del crecimiento bovino, y semillas genéticamente modificadas.
Es conocida por producir el glifosato, un popular herbicida, bajo la marca Roundup.
Monsanto estuvo involucrada en la creación de la primera bomba nuclear en la Segunda Guerra Mundial y operó una planta nuclear en la década de los ochenta para el gobierno americano.
En 1944 Monsanto inició la creación del DDT. Este es un pesticida que después se prohibió en Hungría en 1968, Noruega y Suecia en 1970, Estados Unidos en 1972 y en 2004 durante la Convención de Estocolmo se prohibió su uso, ya que se acumula en tejidos grasos y en la leche y causa daños irreparables en los riñones e hígado.
Durante la Guerra de Vietnam, Monsanto fue una de las 7 compañías que fabricaron el “Agente Naranja” para el gobierno de Estados Unidos, como parte de su programa de Guerra Química. Por culpa de este producto murieron 400.000 personas y en los años siguientes nacieron más de medio millón de niños con defectos y mutaciones genéticas.
Son los fabricantes de la “Somatotropina bovina” que es una hormona de crecimiento artificial ampliamente utilizada en Brasil, Estados Unidos y México. Ha sido prohibida en el resto del mundo, ya que se encuentra relacionada con problemas de la salud, como el cáncer.
En sus primeros años, Monsanto distribuyó la sacarina y aspartame, siendo Coca Cola su principal cliente. El edulcorante no calórico causa dolores de cabeza, diarrea, cambios de humor, vomito, y los ratones de laboratorio a los cuales se les suministró aspartame desarrollaron cáncer. Aunque esto último no está demasiado respaldado por la comunidad científica mundial.
Pero las semillas genéticamente modificadas por Monsanto, es quizás, una de las preocupaciones más urgentes, ya que estos cultivos son ahora uno de los pilares principales de la agricultura estadounidense.
El noventa por ciento o más de todo el maíz, soja, canola y remolacha azucarera, cultivados en los Estados Unidos son versiones genéticamente modificadas, lo que significa que prácticamente todos los alimentos procesados contienen al menos uno o más ingredientes genéticamente modificados.
Este tipo de alimentos son una de las amenazas más importantes que tenemos en contra de la propia sostenibilidad de la raza humana. ¿Por qué? En pocas palabras, estas toxinas están siendo vinculadas a un repertorio cada vez mayor de ataques contra la salud humana y el medio ambiente, debido a que están migrando a la sangre fetal, lo que significa que las generaciones futuras están en riesgo.
Por si lo dicho anteriormente no es bastante como para preocuparse por el interés de Soros por algo. Añado que este accionista de Monsanto anda muy involucrado en todas las legalizaciones de marihuana que se están llevando a cabo en el continente americano.Tal es el caso de varios de los estados USA, de Uruguay y anda en conversaciones con la presidenta de Argentina. Lógicamente también en mas países, sobre todo del continente americano. Malo, pero que muy malo, será que ponga sus carroñeros ojos en nosotros.
La idea de G. Soros es hacerse con la exclusiva de las semillas de marihuana a nivel planetario -téngase en cuenta que son grandes expertos en transgénicos- y pretenden crear marihuana de gran potencia y, entre otras, una de muy baja concentración a fin de que esta se fume en el lugar del tabaco.
Tan es así la cosa que a día de hoy ya se fuma en Uruguay -campo de experimentación de Soros- mas marihuana que tabaco. Por increible que nos parezca lo cierto es que en este país ya el consumo de marihuana ha superado al consumo de tabaco.
Imagino que el título del artículo se explica por sí solo. Son aves carroñeras y como tal actuan.
Aconsejo que se documente antes si alguien pretende poner en duda lo que he escrito.