OPINIÓN | Por su nombre
Quitando el embozo
Lunes 13 de octubre de 2014 - 09:33
Se desde el principio lo dificilísimo que me va a resultar hacer lo que tengo la intención de llevar a cabo. Pero ya está bien de que seres indeseables pasen por este teatro, que es la vida, con un falso disfraz de paternalismo y de bondad.
Derribar a un ídolo de masas es tarea harto difícil, pero lo que yo trato de hacer ver es que hay una abismal diferencia entre la imagen que se proyecta y lo que en realidad es cada cual.
Se que la imagen que se tiene del presidente uruguayo José Mújica es la de un venerable abuelo, que habiendo renunciado a cualquier tipo de lujos, vive en una humildad impropia de los fastos que se le supone ha de ostentar el presidente de un país.
No me voy a detener aquí en enumerar la gran cantidad de cosas que hace en mostrar su pretendida pobreza. Así un jefe de estado, que renuncia a los lujos que le son propios, necesariamente ha de caer bien en las personas de a pié, máxime cuando estamos mas que cansados de ostentaciones, escándalos financieros y abusos de poder, entre otras cosas, que nos irritan día a día. Así no es de extrañar que nos asombre la sencillez y austeridad de este gobernante y que él tiene su buen cuidado de airearla. Yo no tengo el menor inconveniente en aplaudir esa austeridad, pero no es necesariamente un buen gobernante el que haciendo gala de una pobreza, que tampoco es tan real, haga las cosas que está haciendo el presidente Mújica con el pueblo uruguayo.
Al fin y al cabo, la actitud de Mújica es una coartada para vender a Uruguay al mundo como falso ejemplo de que no hay que sacar las cosas de quicio, y no hay porque acabar con el sistema capitalista, y mucho menos cortar la cabeza en las plazas de las ciudades a los grandes criminales que controlan los gobiernos y la economía mundial. El capitalismo puede funcionar si los políticos son buena gente, parecen decir.
Lo que sucede es que se trata de nuevas mentiras, y lo peor de todo, es que son aceptadas por el propio San Pepe Mújica que, mientras se dedica a cultivar su jardín, no parece hacer nada para evitar las injusticias, como lo hacia en sus tiempos jóvenes cuando luchaba por la justicia social, la igualdad económica y la toma de poder por los que producen, es decir, los trabajadores, que la riqueza de Uruguay pase a manos de las multinacionales económicas, y que los derechos sociales y los servicios públicos se vayan privatizando y pasando a manos de los grandes mafiosos locales.
Si pretendemos saber más, nos enteramos de que el presidente Mújica se reunió en Nueva York con George Soros y David Rockefeller, quienes reúnen una fortuna personal de 25.000 millones de dólares, el 50% del PBI anual uruguayo. Ambos ofrecieron aportes para financiar las campañas a desarrollar para poner a punto el plan de producción, venta y consumo de la marihuana.
Es que estos grandes exponentes del capitalismo mundial hace años que vieron la punta de un gran negocio. Estamos hablando de un mercado mundial de la marihuana, aún como sustancia ilegal, de 180 millones de consumidores. La legalización podría multiplicar el consumo en forma geométrica.
En momentos en que se necesita obtener plusvalía para sostener a cualquier costo la tasa de ganancia, la burguesía busca nuevos nichos. Y piensan que no es justo que en “su sistema”, los narcos se queden con la parte del león de un negocio de poca inversión y altísimas tasas de ganancias. Así que, si la marihuana es una mercancía, tienen que ir al mercado, tiene que cotizar en bolsa y ya sabemos quiénes controlan las bolsas de valores del mundo.
Desde el Open Society Foundation, George Soros viene luchando desde hace años por la legalización de la marihuana a nivel global y aquí ya empiezan a tirarse dentelladas al cuello porque, entre otros mas, está Vicente Fox, el ex presidente mexicano, que lidera otro gran proyecto millonario con la marihuana.
En Estados Unidos comenzaron en los estados de Colorado y Washington, con la regulación desde hace varios años del consumo para uso medicinal como primer paso, que no es otra cosa que un Caballo de Troya, que no tiene mala prensa, para pasar camuflada la naturalización del consumo con fines recreativos. Desde el 2006 al 2011 aumentó el 114% la cantidad de conductores a los que dio positivo el test de consumo de marihuana. En el 2011, el consumo en menores de 12 a 17 años, que en todo el país era del 7,64 %, en Colorado era del 10,74%. En el caso de los adultos de 18 a 25 años, la diferencia era mayor: el promedio para el país era de 18,7% y en Colorado alcanzaba al 27,26%. Soros y diferentes sectores del complejo industrial militar organizados en la DPA (Drug Policy Alliance), en 2010 invirtieron varios millones de dólares en una campaña por la despenalización de la marihuana en el estado de California (la Propuesta 19). A pesar de las operaciones para influir en el resultado de este plebiscito, esa cláusula fue rechazada por los californianos.
De ahí la importancia que le dan estos magnates de los negocios a que un Estado, por más pequeño que sea, vaya sentando antecedentes y jurisprudencia sobre la liberalización del consumo de drogas. Sus fundaciones saludan el “experimento” o “laboratorio” que el gobierno uruguayo realizará con la regulación del mercado del cannabis a partir de la producción por parte de privados con autorización del Estado y su venta controlada en farmacias. Esto permitirá establecer un precio testigo de base, referencia para el mercado mundial. El gobierno uruguayo ya adelantó que andaría en alrededor de un dólar el gramo. Se callan muy mucho decir que G. Soros, también presidente de la tan denostada Monsanto, pretende crear una marihuana transgénica quince veces más potente que la actual, con los consiguientes estragos en la salud de los consumidores.
Un ex ejecutivo de Microsoft, Jamen Shively, planea crear la primera marca nacional de marihuana en EE.UU. El comercio mundial de marihuana estaba valorado en el 2005, según informes de la ONU, en 142.000 millones de dólares (108.853 millones de euros).”Es un mercado gigante en busca de una marca”, ha dicho Shively sobre la industria de la marihuana. “Estaríamos felices si tenemos el 40 por ciento de ella en todo el mundo”.
Ante Rockefeller el viejo luchador guerrillero se sinceró: “Venir a verlo a usted es para nosotros como cruzar el Rubicón, porque usted es el símbolo de una realidad, y nosotros siempre reconocemos las realidades”, le dijo Mújica.
Este realismo del presidente uruguayo lo acerca al mundo de los negocios de una de las familias más emblemáticas del capitalismo mundial y es correspondido, ya que en una reunión en el famoso hotel Waldorf Astoria, en el corazón de Manhattan, con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, este a su vez le expresó su “profunda admiración”.
Desde luego que me ha llevado mi tiempo reunir tantos datos. Pero he de añadir que no entiendo la necesidad de venderse al capital y hacer del país un campo de experimentación, teniendo en cuenta que Uruguay tiene una población de poco mas de tres millones de habitantes y cuenta con mas de catorce millones de cabezas de ganado vacuno, exportando mas de 367.000 toneladas de carne y que posee la mayor cantidad de vacas por habitante del mundo, superando así a Argentina.
También la presidenta de este país hace poco que se ha reunido con Soros en los EE.UU. para tratar de que el magnate le ayude a pagar la enorme deuda que Argentina tiene, a cambio de concederle a este la exclusiva de la producción de marihuana en Argentina.
Verán que hay casos en que no basta con parecerlo, por que si no lo somos, todo queda en gestos para la galería.
Se que lo que acabo de escribir no va a ser nada popular, pero les aseguro que es "brutalmente" cierto.
Terminar diciendo que "cuando las barbas del vecino veas pelar, pon la tuyas a remojar". Desde luego que las nuestras ya llevan su tiempo puestas en remojo.