Juan Damián Sánchez Luque
Martes 7 de julio de 2015 - 13:18
generica

El pasado día 26 de junio, en la lectura del manifiesto al finalizar la marcha, decía que era el último manifiesto que leería como presidente de la asociación Clara María. Dejo de presidirla y estoy viendo la manera de que continúe y no me vea obligado a disolverla.

Allí mismo decía que posiblemente haya sido yo el mayor lastre que esta hubiese tenido que soportar. Esto que bien puede ser muy cierto, entiendo ha de ir acompañado de un poco de historia cronológica.
Empezamos con la asociación, como es de suponer, con el mayor entusiasmo del mundo. Ya que siempre hemos creído -yo el primero- que es algo necesario en esta sociedad nuestra donde tantos estragos hace la droga. Sabíamos que no pondríamos "ninguna pica en Flandes" pero, de todos modos, siempre se haría algo en defensa de tanto menor como hay que juegan a la ruleta rusa con la droga.
En esa época el gobierno municipal lo ostentaba el PSOE. Pero eso nos daba igual ya que estatutariamente se recogía sin la menor duda la aconfesionalidad y apoliticidad de la asociación.
Todo se hizo conforme a la legalidad vigente y empezamos a funcionar con la torpeza propia del principiante, pero suplida ésta con el gran entusiasmo que se puso en la empresa.
Se nos habló de la conveniencia de pertenecer a FERAS y nos asociamos sin el menor problema. Todo marchaba, lentamente, pero marchaba. Con algunos pequeños mal entendidos entre la técnico de FERAS y yo, pero siempre desde el respeto y sin que nada llegase a mayores. Estos cesaron y yo di por pasado algo que no llegó nunca a tener más importancia que unas aclaraciones.
Y ahí me estaba equivocando como un pardillo y pecando de una ingenuidad impropia de mi edad. En honor a la verdad he de admitir que así de ingenuo fui.
Todo empezó a ir de mal en peor (siempre me refiero a la asociación y a mi situación dentro de FERAS) cuando cambió el gobierno municipal. "Las alegrías duran poco en la casa del pobre". Yo no sabía que estaba apuntado en el libro verde como persona poco menos (o mucho mas) que indeseable.
Desde sus comienzos hubo una sinergia (conozco perfectamente el significado) muy organizada y orquestada desde varios puntos, pero que confluían en un mismo estamento de poder. Produciéndose, así, algo similar al efecto de las fichas de dominó al caer, y como al final estábamos nosotros, adivínese el resultado.
Si llegaba una trabajadora social de refuerzo, no se le dejaba que esta me descubriera. No, se le advertía a priori de lo "difícil" que yo era. De este modo juicio, sentencia y condena iban al unísono, sin darme más opción que la de "ésto es lo que hay". Y como era eso lo que había, yo para permanecer dentro del grupo no tenía otra opción que decir "amén", sin pronunciar palabra. Ya se sabe aquello de "el que calla otorga".
Pero yo, que estaba muy lejos de otorgar, me cogía mi particular rebote y seguía adelante como si nada pasara. Así las cosas la cuesta se iba poniendo cada vez más empinada, hasta llegar a producirme ahogo cuando la subía.
Omito cosas de tal bajeza y de tan profundo encono contra mi, y tan difíciles de demostrar que sería caer en el chisme. Palabra contra palabra, no tendría, necesariamente, por que prevalecer la mía y esto daría lugar a situaciones impropias de mi.
Jamás podrá decir nadie que no guardé el mas estricto secreto acerca de las deliberaciones que con motivo de las juntas extraordinarias se producían. Entendía que así debía de hacerse y en consecuencia actuaba.
Todo quedó muy claro y sin la menor sombra de duda cuando un concejal se cambió de acera para rozarse conmigo y (como venía siendo habitual) yo le dijese "adios" y él me volviera la espalda sin contestarme. Rubricando, con este acto que yo no era persona grata y que nadie estaba solo.
El estado soy yo atribuido a Luis XIV, que se interpreta en el sentido de identificar al rey con el Estado, en el contexto de la monarquía absoluta. Similar frase y dicha dentro del contexto que nos ocupaba, fue pronunciada por teléfono. ¡Que inmensa sed de absolutismo!. Y con lo poco que me gustan a mí los absolutismos, me terminó de dar la clave de casi todo. Oído ésto, ya poco quedaba para la imaginación.
Entendí que había hecho lo correcto abandonando FERAS. Donde hay muchas y excelentes personas merecedoras de todos mis respetos.
Ahora, con esa perspectiva que va dando la distancia, ¡con que claridad se ven las cosas!.
Fui un viejo torpe al que se le aplicaba el reglamento a rajatabla mientras veía como por otra parte se hacían mangas y capirotes.
¿Qué me expreso con largueza?. Ni mucho menos. Dejo lo suficiente en el tintero para llenar capítulos si el caso lo requisera.
Termino diciendo que ésto es solo una mirada a lo que fue mi experiencia en FERAS. Ni mucho menos es este el motivo de que yo abandone la presidencia de la asociación.
Por hoy lo dejo. Habrá mas entregas y trataré de dejar bien clara la verdad de cuanto se me ha ido colgando.

Otras Noticias

Juan Damián Sánchez Luque (Asociación Clara María)  |  Miércoles 10 junio de 2015

Juan Damián Sánchez Luque  |  Sábado 25 abril de 2015

Juan Damián Sánchez Luque  |  Miércoles 11 marzo de 2015

Juan Damián Sánchez Luque  |  Martes 17 febrero de 2015

Juan Damián Sánchez Luque  |  Sábado 31 enero de 2015

Juan Damián Sánchez Luque   |  Sábado 20 diciembre de 2014

Juan Damián Sánchez Luque   |  Sábado 29 noviembre de 2014

Juan Damián Sánchez Luque   |  Martes 21 octubre de 2014

Juan Damián Sánchez Luque  |  Lunes 13 octubre de 2014

Juan Damián Sánchez Luque  |  Lunes 29 septiembre de 2014

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información