(Foto: Cedida)

No es difícil entender, por el título del artículo, que se trata de la antítesis de lo que en su día escribiera Ortega y Gasset en su obra la Rebelión de las Masas. 

En éste, Ortega, refiriéndose a las instituciones y la declaración de los Derechos Humanos y del ciudadano, dice:
Art. 1º.- Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común.
Art.2º.- El fin de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescindibles del hombre. Estos derechos son: la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.
Como no se trata de hacer una transcripción de la obra de Ortega, es por lo que sólo he puesto lo anterior.
Pueden preguntarse el por qué de escribir ésto y de sacar a relucir la obra orteguiana.
Decir que a ésto me lleva el ser observador del devenir cotidiano y, en los últimos días, leer y oír declaraciones de los partidos políticos denominados "emergentes" sobre la legalización de sustancias psicotrópicas, hoy prohibidas.
He oído y leído la opinión de los "emergentes". También percibo el silencio de los "de siempre". Y en este caso quiero pensar que no se haga bueno aquello de "el que calla otorga". Ya que si así fuere estaríamos asistiendo a un, muy estudiado, proyecto de estupidización de las masas.
Es de común conocimiento el mal pronóstico que tiene el futuro de nuestros jóvenes en casi todos los aspectos, pero de forma muy notoria en el laboral. Sencillamente no tienen futuro. Sería muy tentador por parte de la dirigencia política plantearse el proyecto al que antes aludía, ya que desde todo punto sería insostenible una situación semejante  y muy prolongada en el tiempo. Y en tal caso no es malicioso pensar lo fácil que sería caer en esta tentación, de la que, a nivel global, llevamos tiempo oyendo sus inequívocas campanadas.
Es preferible mantener al pueblo en la ignorancia y en estado de forzada docilidad que reinventar más mentiras de las que ya nadie se haría el menor eco.
Por eso el proyecto de estupidización de masas, orquestado y manejado a nivel mundial por los centros de poder, está detrás de  todo esto; la droga (entre otras consecuencias) destruye las neuronas, el que lo sufre, tiene problemas para pensar: o no piensa, o piensa poco, o piensa mal la idea es que otro piense por los "idiotizados" porque un pueblo que piensa no es manipulable.
A lo largo de la historia conocida, las élites evitaban que sus conocimientos se difundieran entre el pueblo, porque conocimiento es poder. Y el poder permite discernir, y evaluar las decisiones que se tomen sobre ellos, por lo tanto el conocimiento en manos del pueblo es peligroso.
Pero cuando el individuo pierde la capacidad de decodificar la información, pierde la capacidad de pensar. Y cuando el individuo pierde su capacidad de pensar, deja de ser un individuo para convertirse en integrante de un rebaño. A un grupo de individuos pensantes no se le puede llevar a cualquier lado. A un rebaño sí.
Eufemísticamente llaman blandas a las drogas que tienen en su punto de mira. Drogas blandas no hay. Son drogas o no lo son.
Por otro lado dicen que con la legalización se conseguiría un mejor control de estas sustancias. Oír esto es escuchar el colmo del cinismo. Pónganse a pensar como mitigar el tremendo problema que tenemos con el alcohol entre los jóvenes y déjense de sacar nuevos toros a la plaza, cuando son incapaces de torear con un mínimo de decoro ese toro que está corneando a nuestra juventud sin el menor reparo y que se llama "alcohol".
Malo, pero que muy malo, sería abrir el portón de las legalizaciones. Por ese portón saldrían negros morlacos con muchos resabios y años.
Claro es que, drogando a un pueblo se gobierna sobre un rebaño de corderos. Pero yo creo que el gobernante se debe ganar el jornal trabajando en pro de la juventud, del futuro, pero nunca actuando en su contra con espurias (que no espúreas) intenciones.
Winston Churchill decía  que  un político "se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones, no en las próximas elecciones”.
Es justamente eso lo que yo le pido a quienes salgan elegidos en estas próximas elecciones. A ellos que son quienes van a pilotar esta deteriorada nave, que lo hagan con la sensatez, no con visión la de un político que busca la poltrona. No, que lo haga como un autentico estadista y que con decisión y firmeza disipe (no que aumente) las muchas brumas que dificultan la visión de un futuro digno.
Necesitamos cerebros jóvenes y preparados, que los tenemos, para que vayan tomando el relevo de los que nos vamos quedando en el arcén de la vida esperando a nuestro tren definitivo. Son ellos, los más jóvenes, quienes deben pilotar y manejar los mandos de la nave para llevarla a buen puerto. Pero ésto sólo sería posible con unas mentes sanas y libres de extrañas sustancias que solo harían que la nave se estrellara contra el primer escollo que le saliera al paso.
Que nadie piense que pretendo arrimar mi ascua a ninguna sardina. Solo estoy expresando, una vez maá, lo que hace años vengo diciendo. Muy libre es  cada cual de hacer de esto la lectura que quiera; pero solo hay lo que digo.
Termino diciendo que este año, es casi seguro, que nuestra asociación no pueda celebrar sus habituales Jornadas Informativas, ante la imposibilidad de que nuestro Ayuntamiento nos ceda un local en una hora decorosa para hacer las jornadas. Anochece pronto y a los ponentes (que siempre vienen sin cobrar nada) no les podemos pedir que vengan a unas horas tardías, para las fechas en que estamos. Una cosa son unas jornadas informativas y otra muy distinta es la Adoración Nocturna (dicho sea esto con todos mis respetos). De modo que este año "no toca".
Como no creo que vuelva a escribir nada más antes de la Navidad, es por lo que les quiero desear a todos mucha paz y felicidad en estas fiestas navideñas, ahora llamadas por algunos "solsticio de invierno". Yo les seguiré llamando Navidades.
Sean muy felices y que no falte el pan en sus mesas ni la paz en sus corazones. Den gracias al destino si en torno a sus mesas no ven sillas vacías y que nunca volverán a ocuparlas aquellos que faltan.
FELIZ NAVIDAD PARA TODOS.