Vivimos siempre en contextos: contextos sociales, económicos, políticos, históricos…siempre relacionados entre sí y retroalimentándose entre ellos.
El caso es que en nuestro contexto sociopolítico actual, después de la terrible crisis que con tanta fuerza ha golpeado selectivamente a determinadas clases sociales nacieron multitud de movimientos ciudadanos que han terminado por llevar a la agenda política y social multitud de reivindicaciones, entre ellas la participación ciudadana.
Está muy de moda el concepto de participación ciudadana, está tan de moda que hasta partidos que no creen en ella buscan apuntarse tantos y salir del paso mediante parches y migajas que buscan rédito político y generar una corriente de opinión positiva para los equipos de gobierno.
Priego, por supuesto, no es ajeno al contexto nacional y en nuestro municipio todos los partidos buscan subirse al carro de la participación ciudadana, aunque algunos más honestamente que otros.
Recientemente, hemos asistido a supuestos procesos de participación ciudadana. En primer lugar, con motivo de la redacción de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) que pretende acceder a la financiación de los fondos europeos FEDER, el equipo de gobierno nos lo quiso vender como un proceso participativo que, en realidad, consistió en unos pocos encuentros mal publicitados y en la realización de una encuesta cuyos resultados no se han visto reflejados las mismas demandas de los encuestados en dicha estrategia junto al abandono de las aldeas.
En segundo lugar, se trata del desarrollo de unos presupuestos participativos para nuestra localidad. Participa Priego, en su programa, llevaba como una de sus principales medidas estrella la promulgación de presupuestos participativos. Para el gobierno de María Luisa Ceballos, unos presupuestos participativos consisten en lanzar una aplicación de móvil en la que ciudadanos de Priego (o de fuera de Priego) puedan elegir entre una serie de temas precocinados y en los que se tapan cuestiones muy importantes como la remunicipalización de servicios privatizados tales como el agua o la piscina municipal. Y luego, veremos si el equipo de gobierno busca cumplir con lo votado visto sus tendencias “democráticas” en cuestiones como la EDUSI.
Unos presupuestos participativos implican un proceso mucho más complejo y democrático en el que el pueblo pueda proponer directamente a los políticos las medidas que consideren mejores para su barrio o aldea y en la que haya un proceso previo de información a los vecinos que prepare el terreno para la posterior realización de asambleas y encuentros con un claro marco regulatorio y en el que haya un compromiso vinculante con las decisiones que tomen los vecinos. En este marco, una aplicación móvil podría servir como herramienta y complemento pero nunca como el fin mismo.
Pero no sólo el PP quiere sacar tajada de esta nueva reivindicación. El principal grupo de la oposición, el Partido Socialista, también lleva tiempo hablando de la realización de una consulta ciudadana que dirima el futuro del servicio del agua en nuestro municipio.
El problema es que quieren una consulta pero completamente manipulada y sin proporcionar ningún tipo de información al ciudadano.
Hasta tal punto llega su desfachatez que se niegan a reunirse con colectivos ciudadanos argumentando que no tienen ninguna legitimidad por no haberse presentado a las elecciones.
Tanto PSOE como PP se niegan a abrir la comisión que, en teoría, estudia la remunicipalización del agua a vecinos de nuestra localidad pero luego parecen convenir en la utilidad de abrírsela a Aqualia. ¿Se ha presentado Aqualia a algunas elecciones? Puede que sí (a través de ambos partidos) pero desde luego no directamente puesto que no hubo papeletas para el socio privado el domingo de las elecciones.
En el siglo XVIII se acuñó la frase “todo para el pueblo pero sin el pueblo” para explicar el cambio lampedusiano (cambiar algo para que todo siga igual) que suponía el Despotismo Ilustrado. Algunos aprendieron muy bien la lección y siguen aplicando este tipo de recetas para hacer frente a los cambios sociales y seguir manteniendo la situación actual.
No es casualidad que nos denominemos “Participa Priego”. Nuestra candidatura municipal está formada en torno a la ideología de la democracia directa por encima de cualquier otra consideración. Entendemos que es el tiempo del pueblo, que los partidos políticos tienen que representar a sus vecinos aunque, a veces, no les guste lo que sus vecinos quieran para el municipio y que el papel de los partidos tiene que ir más en la dirección de informar que el de elegir por los vecinos que ya son mayores de edad.
Cuando otros no querían ni oír hablar de esto, nosotros ya estábamos hablando de medidas de participación: presupuestos participativos, consejo ciudadano, consultas populares, marcos de actuación ante iniciativas populares, asociacionismo, rendición de cuentas, participación en las aldeas redefiniendo la figura de los pedáneos… Porque, para nosotros, la democracia no termina depositando un sobre en una urna cada cuatro años.