OPINIÓN | Por su nombre
La historia de siempre
Viernes 22 de abril de 2016 - 16:50
Últimamente ando muy flojo en esto de escribir. También tengo la certeza de que es tan poco lo que importa, que diga o no diga, no va a cambiar nada. Pero tampoco quiero morir ahogado con las palabras que nunca dije.
Hace unos días, en Argentina, han muerto unos chavales que habían asistido a una fiesta de las llamadas "metal". Creo que a día de hoy aún queda alguno ingresado en el hospital, si no es el caso de que a estas alturas hayan muerto todos; no estoy muy al tanto de las últimas noticias.
No por mucho repetirse la historia hace que estemos mas advertidos y tomemos medidas frente a estos macroconciertos que son autenticas barbaridades y donde se consume mas droga que música.
Es más que evidente de que existe una connivencia criminal entre los proveedores de la droga y los dueños de los locales donde se realiza el evento.
Las drogas sintéticas y en este caso el éxtasis presentado en sus ya famosas pastillas llamadas "Superman". Producen una aceleración del ritmo cardíaco, una excesiva sudoración y una sed intensa, entre otras mas cosas.
Sabedores de esto, los dueños del local cortan el agua de los servicios, y de cualquier otro acceso que pudieran tener, y de este modo los chavales -al borde de la deshidratación- pagan a precio de oro los botellines de agua que les venden en la barra del establecimiento. El negocio es redondo. El negocio de la droga - que es como decir el negocio de la muerte- suele ser redondo para todos menos para el consumidor.
Pasa que algunos chavales quedan inconscientes y, sin que nadie repare en ellos, caen en un coma que con la deshidratación tan tremenda que las produce la droga, suelen presentar una hipertermia (aumento de la temperatura corporal) por encima de los 42º centígrados y la mayoría mueren por fracaso renal agudo. Esto ocurre con más frecuencia de la que se dice y, salvo casos donde son varios los fallecidos, no se suelen publicitar; entre otras cosas por que estas muertes ya no son ni noticia.
En España, que yo recuerde, el último caso que la prensa movió bastante; fue el ocurrido hace un tiempo en el estadio Martín Carpena de Málaga.
Desgraciadamente los macroconciertos se convierten, por mor de la droga y de la avaricia sin escrúpulos de los humanos, en auténticos mataderos juveniles.
Pero, para desgracia de tantos, estas cosas ya, como los botellones o los toros de Osborne; han pasado a formar parte del paisaje cotidiano. Luego que cada cual se lama sus heridas, como mejor pueda o sepa, y la cuestión es que la cosa no se pare, que esto ya es parte del P.I.B. nacional y todos hemos de contribuir como mejor podamos. Desde luego que aquí yo diría " manda........ la cosa".
Como todo no van a ser malas noticias, nos debemos de felicitar por haberse aprobado, hace muy pocos días, el III Plan Andaluz Contra la Droga. Esperemos que no se convierta en papel mojado como los anteriores y espabilemos un poco.
Verán que en esta ocasión ni comento las jornadas que hemos tenido sobre drogas. Total, ¿para que lo iba a hacer?.
¡Que buena ingeniería social están haciendo!. Nos venden el Armagedon y nosotros les pagamos el "chiringuito".
Tengan una feliz feria de San Marcos.