HERMANDADES | Semana Santa
La lluvia "destroza" el Domingo de Ramos prieguense
La Pollinica y La Paz se vieron obligadas a suspender sus respectivos desfiles procesionales ante las adversas condiciones meteorológicas
Lunes 25 de marzo de 2013 - 14:00
La lluvia “destrozó” ayer por completo un Domingo de Ramos muy esperado por el mundo cofrade prieguense.
Y es que pese a las negativas previsiones que vaticinaban la presencia del líquido elemento en las horas de salida de las dos hermandades que procesionan en esta primera jornada de la Semana Santa, los integrantes de ambos cortejos albergaban esperanzas que, al menos, poder realizar su itinerario si un claro así lo permitía.
Los primeros en desistir fueron los hermanos de La Pollinica, cuya Junta de Mesa, tras consultar no pocas páginas y previsiones de todo tipo, decretó diez minutos antes del horario de salida, la suspensión del desfile, ante la persistente lluvia que despejaba cualquier posible duda sobre una decisión de tal calado. Rostros contrariados entre los cofrades de la congregación de la mañana del Domingo de Ramos, de manera especial entre los más pequeños que en un buen número se habían dado cita en San Pedro para acompañar a sus titulares, que este año lucían un original exorno, ya que en el trono de María Stma. de la Encarnación las flores fueron sustiuidas por artísticos adornos de palma, mientras que en el paso de misterio de Ntro. Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, un friso a base de romero, con una leve decoración a base de claveles sangre de toro e iris en el centro de los costeros y la delantera del paso, conformaban la decoración del paso, que como indicaba la Hermana Mayor, Toñi Lopera, está en consonancia con la postura que han adoptado otras hermandades prieguenses. Tras decretarse la suspensión, se abrieron las puertas de San Pedro y las tres bandas que iban a formar parte del cortejo, interpretaron distintas piezas.
Tras una mañana de chaparrones y claros, durante las primeras horas de la tarde el cielo se despejó por completo, lo que hizo que las posibilidades de que la hermandad de La Paz realizara su estación de penitencia sin ningún tipo de contratiempo fueran creciendo. Pero la inestabilidad de la jornada, que será la tónica general de estos días, provocó que a medida que se aproximara la salida de la Hermandad, el cielo se cubrió de nuevo y minutos antes de la hora prevista para la salida del cortejo un importante chaparrón descargara provocando la definitiva suspensión de la estación de penitencia. Previamente, la Junta de Gobierno había solicitado a la Agrupación General de Hermandades y Cofradía el pertinente permiso para retrasar media hora un desfile que finalmente no pudo celebrarse.
Al igual que por la mañana en San Pedro, en la recoleta iglesia de las Mercedes, con unas dimensiones aún menores que el templo alcantarino, se volvieron a vivir momentos de gran emotividad, de manera especial cuando el Hermano Mayor, Javier Rico, con la voz entrecortada y las lágrimas a punto de brotar de sus ojos, comunicaba a los hermanos el retraso de la salida al tiempo que anunciaba que de seguir así las cosas la hermandad no saldría a la calle, como finalmente ocurrió.
Y casi repitiendo el guión de La Pollinica, La Paz abría las puertas de las Mercedes para que el público que se congregaba, pertrechado con paraguas, en la puerta del templo, pudiera ver a los titulares de la Hermandad, mientras las dos bandas que debían acompañarlos en el desfile procesional interpretaban una serie de marchas.
Una hora después y cuando en situaciones normales Ntro. Padre Jesús en la Oración en el Huerto y María Stma. de la Paz deberían estar transitando por su barrio de Las Caracoles, se iniciaba un turno de vela, como epílogo a un atípico Domingo de Ramos en el que la lluvia se convirtió en una compañera nada deseada, echando por alto los dos desfiles de la primera jornada de la Semana Santa prieguense.