HERMANDADES | Semana Santa
La Caridad desafía las peores previsiones y realiza su estación de penitencia acortando el recorrido
Cuando al palio se encontraba de regreso en la plaza de Santa Ana la lluvia volvía de nuevo a hacer acto de presencia
Miércoles 27 de marzo de 2013 - 16:57
Desafiando las peores previsiones la Antigua y Real Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Desamparados, popularmente conocida como La Caridad, realizó ayer su estación de penitencia acortando de manera considerable su itinerario habitual.
Unos minutos antes del horario anunciado para la salida, el Hermano Mayor, Antonio Aguilera, anunciaba a los numerosos cofrades que conformaban la comitiva, que debido a las previsiones que anunciaban la presencia de chubascos a última hora de la noche, se acortaría el itinerario girando en la plaza de la Constitución para retornar de nuevo a la parroquia de la Asunción. La noticia, acogida con alegría en el interior del templo, también fue recibida con gran expectación entre el público que se congregaba en la plaza de Santa Ana donde en uno segundos se confirmaba que La Caridad saldría a la calle, convirtiéndose en la primera cofradía prieguense en procesionar esta Semana Santa.
Así, a las ocho y media en punto las puertas de la renacentista portada se abría para dar paso a la cruz de guía de la Hermandad, en cuyo primer tramo llamaba la atención el importante número de pequeños ataviados con la túnica marfil y el cubrerostro burdeos, precediendo al paso de misterio del Stmo. Cristo de la Expiración, ausente de exorno floral, mientras que en el precioso paso de palio de María Stma. de los Desamparados, el exorno en esta ocasión, a diferencia de otros años, estaba confeccionado a base de romero y limón, dando un clarísimo ejemplo de austeridad.
Dos horas después de iniciar su estación de penitencia la comitiva regresaba a La Asunción y cuando el palio estaba realizando la última revirá para enfilar la entrada, comenzaron a aparecer las primeras gotas de un chaparrón que corroboraba la acertada decisión de acortar el itinerario y volvía a poner de relieve la inestabilidad de una Semana Santa como no se recuerda en las últimas décadas.