No superaste la primavera. Viejo, lleno de achaques; yo te daba diariamente tus pastillas envueltas en un trocillo de queso, que te comías sin sentir.

Ya habías cumplido los catorce años y eso para un perro es una edad muy avanzada, me decía el veterinario. Pero tú nunca perdiste la inocencia de la mirada. Tu hocico, que fue negro, ahora blanqueaba como las barbas de un venerable anciano. Decían de ti que no eras inteligente, que eras muy torpe; pero yo siempre sostuve que eras más inteligente de lo que pensábamos. Y en lo que no había discusión es en que no podía caber en ese cuerpecillo más fidelidad, más entrega ni amor a los tuyos. Nos lo dabas todo a cada momento, tu entrega era total.
Sufrimos juntos el tremendo golpe que nos dio la vida, cuando se nos fue "Ella". Tú que dormías en su cama ibas a enloquecer buscándola por todas partes. Arañabas el colchón buscándola desesperado, pero allí solo quedaba su olor. Fue un mal golpe, Paco, que nos ha dejado tocados a todos, lo que nos costó acostumbrarte a dormir en tu sillón con tu mantilla, pero al final aprendiste que ese era tu sitio y solo a regañadientes lo cedías cuando venia alguien. Yo me reía por dentro viéndote dar vueltas y esperando que se marchara el intruso que pretendía destronarte; olisqueabas con fastidio el asiento y terminabas por tenderte con esa postura de esfinge egipcia que tanto nos hacia reir.
Por tu fidelidad, tu amor a nosotros y tu entrega incondicional te haces merecedor de estas palabras.
Se te echa de menos en esta menguada familia y siempre serás, como lo fuiste en vida, un miembro más. No tengo duda de que tiene que haber un "Cielo canino", pues tantos valores no se pueden diluir en la nada. No se ría nadie cuando digo "valores"; muchos humanos debiéramos de aprender de los animales y aún más de esos maestros de la fidelidad y del desinterés que son los perros.
Tus cenizas las hemos guardado con respeto y mucho cariño.
Yo no tengo duda de que algún día volverás a caminar a mi lado. Fuiste feliz aquí y lo seguirás siendo donde estés.
Hasta la vista Paco.