Pues sí, lo malo, lo peor diría yo, de toda esta historia (que tiene infinidad de cosas y todas malas) es que nos estamos acostumbrando a convivir con la droga y las adicciones en general. De este modo las aceptamos como a un buen vecino y convivimos con ellas.

Cuando lo suyo sería luchar incansablemente contra estas, pero la triste y cruda realidad nos demuestra que no es así.
A los que ya les mordió, mordidos se quedan y bastante hacen con lanzar su aullido de dolor, en medio de un desierto inimaginable, o lamerse en silencio sus heridas. También hay quienes las cubren con un velo de vergüenza para que nadie se entere, ignorando torpemente, que la sociedad ya hacía tiempo que lo sabía mucho antes que la propia familia.
Los demás adoptan la sanchopancista actitud del "aquí no pasa nada" y viven en la engañosa y mendaz postura del que está a salvo del problema. Pero miren por donde yo les voy a fastidiar su plácida siesta, porque de la droga no está a salvo nadie; y aquel que tuvo la suerte de no haber sido mordido por esta, debiera luchar con todas sus fuerzas para que tal cosa no le vaya a suceder nunca, ni a él ni a nadie.
Dejando a un lado las adicciones químicas o a sustancias, también es muy preocupante el camino que están tomando las adiciones sin sustancia. Es demencial que se permita ese contínuo bombardeo a los jóvenes que reciben constantemente invitaciones en sus móviles o en su ordenador. Invitaciones muy tentadoras, para que se inicien en el juego y hasta le regalan una cantidad de euros para que empiecen a jugar. Yo quiero suponer que las asociaciones que luchan contra la ludopatía y otras adicciones sin sustancia estarán poniendo el grito en el cielo. Todos lo estamos viendo a diario y reiterativamente como la publicidad que incita a la ludopatía se introduce en nuestras casas incitando a los más jóvenes, y más fáciles de engañar, a que jueguen al bingo o a otras cosas, que el caso es hacerlos esclavos de la forma que sea y arruinar sus vidas y su triste e incierto futuro. Yo me represento mentalmente la situación como si llamasen  en nuestra puerta y nos dijeran "buenas,  venimos a traerles una adicción, ¿la quiere usted?."
Yo tengo clara cuál sería mi respuesta, pero dudo mucho de que la respuesta general, a tan agresiva pregunta, o proposición, fuera siempre la apropiada.
"Si hay la posibilidad de que algunas cosas fallen, la que causara más daño será la primera".  Esto es lo que  se dice  en las leyes  de Murphy.
Pero a mi entender Murphy no dejaba de ser un optimista, ya que en el tema que nos ocupa están fallando todas y sucesivamente.
¿No decían que hay un defensor del menor y del televidente?. Pero a tenor de lo que veo, o se han despedido o están tomando unas demasiadas  largas vacaciones. Pero el otoño lo tenemos a la vuelta de la esquina. Y los inviernos, por estos lares, suelen ser muy crudos.
Pero ustedes no dejen de ir a lo suyo y no hagan el menor caso a este viejo que le ha dado por anunciar catástrofes. Bueno, pero otros hacen cosas peores.