Me contabas ayer, a modo de lamento, la enorme cruz que sobre tu hombro llevabas. No te falta razón, la adicción es algo tan destructivo y esclavizante, que hay que ser su víctima, o haberla vivido en alguien muy querido y cercano, para hacerse una idea de lo que ésto supone.

Conozco perfectamente tu lucha por ir saliendo. Yo te animo a que no decaigas. No me cuentes lo difícil que resulta y que al final te quedarán secuelas; sabes que éstas son mayores cuanto mayor es el tiempo de consumo. Ahora es cuando tienes que ser más fuerte que nunca, es duro seguir con esta abstinencia. Te resultaría muy fácil tirar la toalla y volver al principio, pero sabes que nunca has de desandar lo andado.
Son ya varias semanas de abstinencia, piensa que tu organismo ya está limpio de restos tóxicos. Has eliminado las sustancias nocivas. Ahora te toca enfrentarte a ti mismo, mirarte al espejo y dejar de ver al toxicómano que fuiste. Pero siempre alerta, los deseos de consumir aparecen cuando menos se los esperas, el maldito "Craving".. . Esas recaídas "en actitudes". A todo eso te tienes que ir acostumbrando y estar siempre muy atento. La droga es una maldita bestia que lucha lo indecible por recuperar lo que cree suyo, persevera por no soltar el bocado. Y no lo suelta, aún te tiene entre sus fauces, pero ya sólo te arrancará el pedazo que tiene mordido- es parte del precio- déjala que se lo lleve, ya se verá la forma de que la cicatriz sea lo menos problemática posible. Fíjate si sales ganando, te quería todo entero y sólo se llevará un trozo de tejido, está enfurecida y ahora, en sus últimos intentos va a apretarte más fuerte que nunca. No olvides que tú ya no le perteneces.
Te prevengo que tu camino nunca terminará, aquí no existe la curación. Estar curado es mantenerte "SIEMPRE" en abstinencia.
"Ella" va a estar siempre al acecho, pero tú, ni estás solo ni eres ya ese ingenuo chavalillo que un mal día empezó a coquetear con lo prohibido y pasó lo que suele pasar.
Ahora te tocar recomponer lo que habías ido rompiendo cuando estabas bajo sus efectos. Has de recuperar tu autoestima, pensar que son muchos a los que le importas.
Y no te preocupes. Te asombrarás al ver con qué facilidad olvidan los padres sufrimiento y agravios. Mas difícil te resultará hacer las paces contigo mismo y con algunos a los que en su día dañaras. Pero ármate de serenidad y paciencia, ya verás como todo terminará pareciéndote como un mal sueño.
RECUERDA: Tu autoestima por las nubes y siempre presente el pensamiento de que son muchos los que te quieren. Has sabido levantarte y salir del negro pozo, mereces todo el respeto que un día perdiste, pero has de empezar por respetarte a ti mismo y a vivir con humildad los contratiempos de la vida.
Otro día te vuelvo a escribir, cuando tenga noticias tuyas y me cuentes como te va.
Un fuerte abrazo.
Juan Damián.