HERMANDADES | Semana Santa
Por segundo año consecutivo Priego vive una Semana Santa "completa"
Esta situación no se producía desde 1994
Lunes 28 de marzo de 2016 - 20:21
Pese a las nada alegüeñas previsiones iniciales, por segundo año consecutivo, algo que no ocurría desde 1994, la Semana Santa de Priego ha completado sus once desfiles procesionales y la representación del Prendimiento, produciéndose notables estrenos que pasan a engrosar el rico patrimonio de las cofradías y hermandades de nuestra localidad.
El chubasco que provocó que la hermandad de La Pollinica acelerara el paso cuando el cortejo se encontraba en la calle Málaga, y las precipitaciones que hicieron temer por la suspensión del desfile del Resucitado, han sido los únicos “contratiempos” meteorológicos registrados en una Semana Santa que ha vuelto a registrar una importante afluencia de visitantes.
Así y tras los desfiles del Domingo de Ramos y Lunes Santo, el Martes, como en las jornadas precedentes, la jornada estuvo marcada por las dudas que generaban las previsiones meteorológicas, que finalmente y tras los chubascos registrados durante la mañana, daban una tregua permitiendo la salida procesional de la Antigua y Real Hermandad y Cofradía de la Caridad. Con las últimas horas del día, la plaza de Santa Ana congregó a un elevado número de público para asistir a la salida de los titulares de la hermandad, el primero de ellos el Stmo. Cristo de la Expiración, acompañado en su artístico calvario por la Virgen de los Dolores de Santiago. Por su parte, María Santísima de los Desamparados volvía a brillar en su completo palio, acompañada musicalmente por la Banda Sinfónica de la Escuela Municipal de Música de Priego. Como estrenos, el cortejo presentaba el nuevo libro de reglas, así unas nuevas bocinas de metal dorado con los paños bordados por la camarera y por el propio hermano mayor, Antonio Aguilera.
Con una menor incertidumbre que en jornadas precedentes, pero con la preocupación propia de la inestabilidad atmosférica reinante en los últimos días, la archicofradía de la Columna representaba el Miércoles Santo en la plaza de la Constitución el Prendimiento, pieza de teatro sacro que se remonta a la primera mitad del siglo XVII y en la que se recrean los pasajes evangélicos del Lavatorio, Cena, Oración en el Huerto, Venta y Prendimiento de Cristo.
Y cuando los actores, Escuadrón de Soldados Romanos y Chaquetillas Colorás de la archicofradía columnaria ya regresaban a San Francisco, desde San Juan de Dios iniciaba su desfile procesional la hermandad de Nuestro Padre Jesús Preso y María Santísima del Mayor Dolor, cuyos titulares volvieron a congregar a un gran número de público para presenciar las maniobras de ambas cuadrillas por las angostas callejas que dan acceso a la plaza del antiguo hospital.
Entre los estrenos que presentaba la hermandad, cabe destacar el corazón con los siete puñales que lucía la Señora de San Juan de Dios, obra del orfebre cordobés José María Navarro, así como seis cartelas en el paso de misterio de Ntro. Padre Jesús Preso, realizadas por Miguel Ángel Jiménez Ballesteros, en las que se representan escenas de la Pasión de Cristo, entre ellas la oración en el huerto (en el frontal del paso); la entrada triunfal en Jerusalén y Cristo muerto los brazos de María (en el costero derecho), la flagelación y la caída de Jesús camino del Calvario (en el costero izquierdo), y Jesús Resucitado con María Magdalena, en la trasera del paso.
Con un tiempo primaveral, el Jueves Santo volvía a poner de manifiesto el atractivo que Priego sigue teniendo tanto para los visitantes que eligen la localidad de la Subbética para pasar unos días, como para aquellos otros, que por motivos laborales, tuvieron que tomar la forzosa decisión de emigrar a otros puntos de la geografía peninsular y en estos días regresan a la tierra que los vio nacer. Un auténtico reguero humano que desde primeras horas de la mañana se congregaba en plazas, calles y principalmente en los templos, uno de ellos San Francisco, punto neurálgico de la Semana Santa prieguense.
A mediodía, y como una de las grandes novedades de este año, la archicofradía de Ntro. Padre Jesús en la Columna celebrada su Misa de Comunión General, gracias a un privilegio Papal concedido a la misma. Aunque uno de los momentos más esperados de la jornada fue la salida de las veneradas imágenes de Ntro. Padre Jesús en la Columna y la siempre bellísima efigie de María Santísima de la Esperanza, que acompañados por la Santa Veracruz, protagonizaron el desfile procesional de la tarde-noche del Jueves Santo, destacando en el mismo la participación de las figuras de los sayones que conforman el misterio de Ntro. Pade Jesús en la Columna, tras la restauración a la que han sido sometidos por Rocío Sáez Millán.
Mientras los titulares de la archicofradía columnaria recorrían las calles de Priego, la ermita de la Aurora y la iglesia de San Pedro acogían los turnos de vela en honor al Cristo de Ánimas y al Stmo. Cristo Yacente.
Ya en la madrugada del Viernes Santo, los titulares de la cofradía de los Dolores iniciaban su regreso a la ermita de El Calvario en la conocida como procesión del Silencio o Vía Sacra, que finalizaba pasadas las cuatro de la madrugada.
Prácticamente desde ese momento y más intensamente a partir del amanecer, ya eran muchos los fieles y devotos que se congregaban en San Francisco para asistir a la colocación de la venerada efigie de Ntro. Padre Jesús Nazareno en su trono, un verdadero ritual con el que da comienzo oficiosamente su desfile procesional, que a partir de las once en punto de la mañana toma forma en la calle.
Con un mayor orden que ediciones precedentes pero prácticamente con la misma hora, el Nazareno accedía a un repleto Calvario, donde tras acceder a la explanada de la ermita impartía su bendición a los cientos de prieguenses que en ese momento portaban en su mano el humilde hornazo.
Dentro del desfile, cabe destacar uno de los estrenos más significativos de la presente Semana Santa, como era la canastilla del nuevo paso de palio de María Stma. de los Dolres Nazarena, realizada por el orfebre cordobés José María Navarro, y que se completará en próximos años con la candelería, peana, jarras, faroles de cola y crestería del palio, siendo ésta la única pieza que se mantiene del paso anterior. Igualmente, la titular mariana de la hermandad nazarena estrenaba una original toca sobremanto confeccionada por el bordador prieguense José Luis Sánchez Expósito.
Tras una intensa mañana y tras consumarse el ocaso, la archicofradía de las Angustias, con la elegancia que la caracteriza, ponía a sus titulares en la calle, seguida muy de cerca por la cofradía de la Soledad, pese al retraso en el horario de salida de ésta, debido al lento ritmo de la primera, lo que provocó que cuando la cruz de guía de cofradía soleana se encontraba en las inmediaciones de la ermita de las Angustias, aún no habían entrado los titulares de la misma, provocando incluso la entrada del Descendimiento un auténtico tapón a la altura de la plaza de Andalucía, que impidió al cortejo de la Soledad continuar si itinerario en dirección a San Pedro. Cuando ya se había consumido una hora del Sábado Santo, María Santísima de la Soledad Coronada entraba en templo poniendo un brillantísimo broche a otro intenso Viernes Santo.
Finalmente, el desfile procesional Ntro. Padre Jesús Resucitado y María Santísima de la Cabeza ponía fin a una Semana Santa marcada por la inestabilidad atmosférica de sus días iniciales. Precisamente, hasta unos minutos antes de la hora de salida, la hermandad no tomó la decisión de realizar su itinerario habitual, habida cuenta de los chubascos, débiles, que habían descargado sobre la localidad de madrugada y a primeras horas del día. Afortunadamente y tras la Eucaristía celebrada en su sede, ambas imágenes iniciaban a mediodía desde la iglesia de la Virgen de la Cabeza el itinerario que, a un ritmo más vivo que ediciones precedentes, se completaba a las tres de la tarde, finalizando la segunda Semana Santa consecutiva de los últimos 21 años en la que todas las cofradías y hermanades prieguenses han podido completar sus desfiles procesionales, pese a las iniciales adversas previsiones.