El Santísimo Cristo de la Expiración y la Virgen de los Dolores en Abad Palomino. (Foto: Antonio J. Sobrados) (Foto: Cedida)

María Santísima de los Desamparados en su completo palio. (Foto:Antonio J. Sobrados) (Foto: Cedida)

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La Antigua y Real Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Desamparados, volvía a derrochar en la tarde-noche del Martes Santo prieguense elegancia.

En su cortejo procesional, junto a sus imágenes titulares, destacaba la salida del estandarte de la hermandad, una verdadera obra de arte de los primeros años del siglo XIX, sustraído en octubre de 2013 y sometido a una intensa restauración tras su afortunada recuperación.
Junto a este esperado "reestreno", el trono del Santísimo Cristo de la Expiración presentaba como novedad los nuevos candelabros arbóreos, en su primera fase, que parecían envolver al original calvario conformado por la imagen cristífera de Agustín de Vera Moreno, y a la Virgen de los Dolores de Santiago, que estrenaba también una diadema y un corazón con siete puñales donado por la familia Tejero García.
La comitiva dejó imágenes de gran belleza plástica a su paso por la zona de Abad Palomino, así como en su regreso, en esta ocasión junto al lateral de Castillo, centenario testigo de los aconteceres de la hermandad de La Caridad.