María Stma. de los Dolores, ayer tras su salida de la ermita de El Calvario. (Foto: Antonio J. Sobrados) (Foto: Cedida)

El Calvario, uno de los escenarios destacados de la Semana Santa en nuestra localidad, tomaba ayer vida propia con la salida de la cofradía de María Santísima de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Buena Muerte.

Las primaverales temperaturas invitaron a muchos devotos de los titulares de la congregación de la noche del Lunes Santo prieguense a subir hasta el Gólgota prieguense y asistir en directo a la salida de un desfile que, como viene siendo habitual, contó con un elevado número de hermanos.
Cuando el sol ya se había ocultado, las puertas de la ermita se abrían de par en par dando paso a la sobrecogedora imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, al que seguía la majestuosa efigie de María Santísima de los Dolores, sobre su trono de estilo barroco, estrenado el pasado año diseñada y diseñado por Cristóbal Cubero Molina, con trabajos de ebanistería de Emilio Serrano Higueras, talla de Francisco Cuadros y Francisco Ávalos Cubero, siendo el propio Cristóbal Cubero Molina el responsable del dorado.
Un desfile en el que se volvían a repetirse escenas de gran belleza durante el paso de la comitiva por las estrechas veredas del Calvario, particularmente en la maniobras del grupo de costaleros en cada una de las curvas de este tramo. Igualmente reseñable fue el acompañamiento musical de la Banda Municipal de la Escuela de Música y Danza de Priego, con un repertorio muy acertado y como es habitual, magníficamente interpretado.
Junto a las veredas del Calvario, otro de los puntos destacados del desfile se centró en las inmediaciones de la ermita de las Angustias, hasta donde había llegado la cruz guía cuando la imagen de María Santísima de los Dolores acabada de entrar en la calle Málaga, lo que da una idea de la amplitud del cortejo, en el que como es habitual, primó el orden y la elegancia.
Cuando el reloj ya consumía la primera hora del Martes Santo, los titulares de la cofradía hacían su entrada en la parroquia de Ntra. Señora de la Asunción, templo desde donde regresarán a su ermita en la madrugada del próximo Viernes Santo.