Cartel anunciador de la exposición. (Foto: Cedida) (Foto: Cedida)

En la segunda quincena de agosto me voy a permitir la osadía de exponer al juicio y crítica de todos ustedes unas cuantas fotos de la Fuente del Rey realizadas desde mi humilde posición de fotoaficionado pero con el coraje y el empuje de quien no quiere hacerse viejo y rutinario en su actividad ni en su vida.

Desde aquí quiero invitar a todos a que las vean, a partir del sábado 16 de agosto, en la sala del Patronato Alcalá Zamora y a que opinen, porque el eco que produzcan será la brújula que me señale el camino a seguir.
Desde muy joven me interesaron las artes plásticas. Llevo ejerciendo como pintor aficionado más de cuarenta años y, de una u otra forma, mi vida siempre ha girado en torno a las artes.
Como fotógrafo aficionado apenas acabo de empezar, pero ya me he dado cuenta de que así como la pintura usa pigmentos, la música sonidos o la poesía palabras, la fotografía digital usa para el mismo fin una sofisticada máquina de reciente invención. Pero en definitiva, lo que buscamos todos es despertar sentimientos o emociones en quienes contemplan nuestra obra. Siempre he opinado que en el arte de la pintura el nivel de uso de la técnica debe ser acorde y coherente con el fin último de comunicación emocional que se persigue; y que así habrá obras que exijan para su ejecución un auténtico virtuosismo de dominio técnico, como habrá otras que funcionarán mejor con menos alardes. Creo que en fotografía la cosa puede ser muy similar y procuro no traicionarme demasiado en mis muchas limitaciones; busco temáticas que no sean muy exigentes porque de alguna manera soy consciente de lo mucho que me queda por andar en este camino.
En ese sentido, la Fuente del Rey de Priego se convirtió para mí desde el principio en un auténtico laboratorio de investigación y aprendizaje fotográfico, tanto para el manejo y dominio de la cámara, cosa esta que me costó la misma vida, como para desentrañar el contenido estético y el componente afectivo que este monumento tiene para los prieguenses;  …esto me fue más fácil por mi experiencia previa como pintor y porque soy prieguense nacido en el Palenque.
Con esta escueta exposición monotemática sobre la Fuente del Rey de Priego, solo pretendo mostrar el resultado de mi guerra contra la máquina durante más de un año y comprobar hasta que punto he conseguido o no capturar el espíritu de este lugar; el alma que subyace entre sus aguas y el valor cultural y afectivo que la convierten en un icono de nuestra ciudad y en un elemento básico de sustentación afectiva del sentido de pertenencia de los prieguenses a Priego.
Y, en fin, espero que reparen en que no aparece ni una sola persona en las fotos, cosa que me ha costado lo suyo porque como todos sabemos la Fuente del Rey siempre está llena de gente y de perros.